Colombia tendrá en el 2026 el desafío de permitir no solo que salga Petro y sus secuaces, sino de recuperar la institucionalidad perdida y el estado de derecho que sufre día a día los embates del autócrata. Con una decisión consciente de los ciudadanos podremos alejarnos del ejemplo de Venezuela y recuperar el país.
Las dificultades económicas continuarán. La crisis fiscal es evidente. No hay recursos para pagarle a los contratistas en la Agencia Nacional de Tierras, el ICBF, el Plan de Alimentación Escolar del ministerio de Educación, el Fondo Colombia en Paz con el cual se implementa el acuerdo de paz, entre otros.
Estudiar a Churchill es entender sus ejecutorias como defensor de la democracia, de las instituciones y de la libertad pero también comprender las múltiples controversias por falta de cálculo político generando la derrota de la armada británica en Gallipoli (Turquía) en 1915.
La manera de lograr con éxito tanto la confianza social como institucional en Colombia tiene que ver con una propuesta de triunfo electoral en el 2026 donde se ponga en evidencia un cambio de lenguaje en el que el optimismo vuelva a ilusionar a la ciudadanía y se produzca una recuperación del proyecto colectivo de nación.
En Barranquilla, desesperado y fuera de sí, gritó públicamente contra el Caribe al que ha ofendido reiteradamente, contra el alcalde de la ciudad, defendió nombramientos impresentables, atacó a Bogotá por estar en las montañas y lejos del mar, echó contra el diario EL HERALDO y maldijo a los congresistas.
Debemos cerrar las filas defendiendo al sector privado y a las instituciones. Llegaremos todos maltrechos en el 2026 pero el país con diagnósticos sectoriales con diferenciación territorial y con medidas rápidas podrá volver a sacar la cabeza. Nos toca aguantar.
Este panorama se debe a que se respeta al sector privado, se defiende la libertad de empresa, se elimina la burocracia innecesaria y se envía un mensaje de tranquilidad a los mercados. No se gobierna para saquear sino para administrar y gestionar.
Lo único que queda claro es que este gobierno por donde se le mire hace agua. La falta de gerencia impide que los proyectos se concluyan y que el país avance. Ojalá para el 2026 nos quede país.
Seguramente la administración Trump reactivará el informe sobre cultivos ilícitos y el departamento de Justicia tendrá una mayor actividad con sanciones a personas que tengan relaciones con narcotráfico en Colombia o que les faciliten su trabajo. Con estas decisiones, las agencias de investigación que alimentan el trabajo de los fiscales en los Estados Unidos serán más incisivas.
Esta acción deliberada de desmantelar la seguridad del país se presenta en el marco de una " paz total” que terminó siendo un mecanismo para soltar criminales con instrumentos como los gestores o voceros de paz. Con esa lógica se han venido solicitando suspensión de órdenes de captura a delincuentes comunes o se ha establecido de forma atomizada ceses al fuego con bandas criminales de todo tipo.