Con esta columna quiero invitar (como lo he hecho muchas veces) a que sigamos sanando prejuicios y discriminaciones, que respetemos lo que no se nos parece, lo diferente a lo que consideramos – normal o aceptable – yo personalmente, doy gracias a mi familia, a mi colegio de infancia, a mis profesores universitarios (que me supieron pescar) que entendieron mis habilidades y diferencias.
Aunque existen crisis que no se pueden negar, quiero resaltar de manera especial la relevancia de los liderazgos femeninos y juveniles que desde la pluralidad y la valentía están reescribiendo la historia de una tierra que no se rinde y no se agota en la corrupción, porque tiene siempre la magia de reinventarse y tejer esperanzas.
Cuidar a mi madre, me ha llevado a reflexionar sobre la importancia del cuidado a mi existencia y la pausa que necesito para seguir avanzando, lo bello que es abrazar la salud mental y la importancia de caminar conciliada con la bondad hacia mí, de tratarme con amor y respeto, de entenderme imperfecta y dejar de exigirme perfección, porque vivir no es un libreto.
La semana por La Guajira, se pudo realizar por el apoyo de todos y todas, el amor por la causa social basada en los Derechos Humanos y la esperanza de un mundo garante y sin exclusiones. Gracias por sumar a este gran tejido, diversos hilos, diferentes miradas, pero al final un solo telar (propósito) la equidad, igualdad de derechos, respeto por las diversidades y la no violencia, en una tierra que no se rinde y que es cabeza de Colombia La Guajira.
Sí, es hoy el lanzamiento de un nuevo libro, una investigación hecha a pie descalzo, con el alma en pleno, transparencia, compromiso y esperanza en un mundo habitable con garantías para todos, todas y todes, sin discriminación alguna por ninguna razón.
esta iniciativa de la Semana Por La Guajira, basadas en el compromiso de no resignarnos a realidades adversas de nuestra tierra; la Asociación Evas&Adanes considera que mediante el tejido de alianzas con diferentes organizaciones se puede aportar a la construcción de herramientas que aporten a un territorio encaminado a la equidad y la igualdad de derechos.
El 5 de junio del año en curso, viviremos en Riohacha un show cultural diverso, colorido, creativo y único, no solo será un parto literario sino un telar colectivo, incluyente, intergeneracional y poderoso. Nace una nueva historia, acá comparto un fragmento de lo que encontraran en ese libro vivo.
Por esta razón, el legado que nos dejó Sergio Urrego en su corto paso por este plano terrenal nos debe llevar a unirnos y apoyar la causa que se implementa en honor a su gran sueño de lograr una vida libre de discriminaciones.
Como me duele Colombia, como me duele la impunidad protectora de los victimarios, la justicia impartida de acuerdo al poder que tengan las partes involucradas, de una infancia desamparada y de mujeres que viven con miedo, porque el machismo y sus formas patológicas y desbordadas de operar las tienen entre incertidumbres y riesgos de ser asesinadas, violentadas y constreñidas.
Termino esta columna, compartiendo una noticia que tiene a mi útero vibrando alto, y es que lanzo mi sexto libro, uno que tiene sangre guajira, fuerza de mujeres indígenas, respeto por el origen y por la cosmovisión wayuu. En esta construcción despedí varias versiones de Fabrina que me hacían peso, reescribí mi licencia resiliente, encendí unas cuantas esperanzas feministas y me enamoré más y más de mi tierra #LaGuajira