Es pertinente hacer un reconocimiento a las organizaciones que entienden la importancia de las alianzas, de no competir sino de sumar y priorizar el beneficio de la población; trabajar por la equidad, igualdad de derechos y la no violencia, no es un asunto trivial, requiere de varios sectores y actores, es un escenario multicausal, no lineal.
No merecías ni ser asesinado, ni que tu mayor enemiga y de quien no sospechabas que te odiara tanto, fuera absuelta.
Noviembre con ‘N’ de ni una menos, de nos queremos todas protegidas y vivas, de no más machismo, de no, no y no más opresión contra las niñas y las mujeres, basta de normalizar las violencias bajo la sombrilla de “Cultura, usos y costumbres o ritual” violencia es violencia y basta de argumentarla bajo cualquier pretexto equivocado.
Estos espacios se convierten en experiencias potenciadoras, porque descubrimos que no estamos solas, que hay muchas personas y movimientos que están escribiendo grandes historias, que no se resignan a la corrupción, a que todo funcione mal o a la indiferencia social.
En estos tiempos de tantas narrativas de inclusión, diversidad, pluralidad pareciera que seguimos jugando a las mentiritas, a esa pesada costumbre de aparentar, de mostrarnos de una forma y ser de otra, de jugar a ser los más respetuosos, alternativos o mentes abiertas pero seguir actuando como unos artefactos herederos de karmas excluyentes, negándose la oportunidad de cambiar, reinventar y trascender.
En este sentido, si eres red de apoyo de alguien no asumas una falsa empatía, no seas más enfermedad que remedio, no rompas más ese mundo psíquico que va soltando los hilos de esperanzas, que simplemente necesita llorar, gritar, lo que sea que le caiga bien a ese caos que le irrumpe. No desesperes con la salud mental de las personas, mejor aléjate, pero no juegues a ser la ayuda que jamás serás.
Temas tan importantes como la salud, no puede ser solo un asunto mediático que se agote en pintar todo de rosado, lo cual, aclaro que es importante pero no lo es todo. Es asunto de políticas públicas, de procesos efectivos y sostenibles.
Cenit es una mujer poderosa e influyente que está siempre dispuesta a impactar otras vidas y a motivarlas a seguir en la construcción de sus sueños, sin temerle a los problemas o a que la sociedad establezca una edad limite para cumplir grandes metas, ella simplemente sigue adelante en una dinámica constructiva inagotable.
Mujeres como Laura Daniela se han atrevido a escribir nuevas historias asumiendo con grandeza apuestas académicas anteriormente masculinizadas por parámetros de la cultura patriarcal.
Desarrollar un diálogo de saberes teniendo como protagonistas a los y las jóvenes y lideresas wayuu defensoras del territorio, voces académicas e interseccionales, sobre temas de cuidado del ambiente, energías, cuerpo-territorio, derechos humanos femeninos y construcción de nuevas realidades a favor del departamento de La Guajira.