Escuela eterna
Una lágrima se escurre cuando recuerdo a mi papá lleno de vida, alto y fuerte, llevándome una pantaloneta blanca y una camiseta azul nuevas para jugar en el campeonato de fútbol intercursos. Ese día supe que me adoraba.

Una lágrima se escurre cuando recuerdo a mi papá lleno de vida, alto y fuerte, llevándome una pantaloneta blanca y una camiseta azul nuevas para jugar en el campeonato de fútbol intercursos. Ese día supe que me adoraba.
Las olas del mar van y vienen, los colores explotan en unas degradaciones que parecen infinitas. Y afino mi oído para escuchar en silencio lo que dice mi corazón y lo que me susurra la naturaleza.
La fe se traduce en esa certeza de que todo lo que sucede trae bendiciones, y eso es lo que llamamos confianza: estar seguros de que Dios no nos deja solos, sino que nos acompaña. Esa confianza se manifiesta en dos actitudes concretas: ser valiente y estar motivado.
Esta vida es corta y pasa rápido. Por ello, lo mejor es aprender a gozar lo que se tiene, y entender que hay relaciones, trabajos y experiencias que ya no nos hacen bien y que debemos soltar.
Aquí la espiritualidad como esa conciencia de que hay algo más grande que nosotros, es una dimensión fundamental, porque entendemos que, al no ser absolutos, podemos rompernos y volvernos a armar con nuevas piezas, desechando las que ya no nos dan sentido. No es magia, es la decisión constante de ir encontrando formas y maneras para no desfallecer.
Sí, yo soy Caribe Universal y eso es demostrarle al mundo que desde esta orilla, con vallenato, guineo verde y palabras gritadas, también podemos aportar sabiduría, filosofía de vida y esperanza.
Abro los ojos y me sonrío, porque el problema sigue ahí, la dificultad se manifiesta intensa, la adversidad me amenaza, pero ya no le tengo miedo, porque sé que “Dios es mi amparo y mi fortaleza, mi pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46, 1).
Su actitud nace de la relación que tiene con Dios, sabe que es importante para el que todo lo creó, que es amada y que Él no abandona a los suyos. Estoy seguro que tú necesitas confiar más. Es la única manera de estar más calmado, más seguro, menos ansioso y de construir con firmeza la vida.
Entre más pequeño sea el ego, más sanos seremos, porque nos habremos aceptado tal cual somos: única posibilidad de realización verdadera. El poder —sea político, religioso o económico— atrae cortesanos incapaces que buscarán recursos de cualquier tipo para sostenerse.
Quiero invitarte a que, si tienes hermanos, des gracias por ellos, les escribas y les hagas sentir que, a pesar de los dolores y las distancias, los amas. Y si no tienes hermanos de sangre, seguro la vida te ha premiado con algunas personas que están ahí para hacerte vivir la fraternidad o la sororidad.