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Ante un evidente déficit de energía en el país, como lo vienen alertando los líderes gremiales del sector eléctrico, es inminente, afirman, que se realice la subasta de expansión que el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Minas y Energía, anunció en el primer trimestre de este año.

De acuerdo con proyecciones de la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme), para el 2027 el país podría enfrentar un déficit de 1.000 megavatios (MW) de energía firme.

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En esa misma línea, Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), en reiteradas ocasiones ha expresado su preocupación porque el déficit de energía firme podría agudizarse en los próximos años, especialmente a partir de este año, como consecuencia del crecimiento sostenido de la demanda —que se mantiene en un promedio anual de 2,6 %— y el retraso en la entrada de nuevos proyectos.

Teniendo en cuenta estas cifras, señalan que es necesaria la entrada de nuevos proyectos energéticos que incluyan todas las tecnologías, no solo las renovables.

Para los expertos y líderes gremiales sí hay preocupación por la falta de energía para el 2026 y 2027; lo es aún mayor para los próximos años.

Precisamente, el pasado 18 de marzo, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) publicó —para comentarios— el proyecto de Resolución 701 085, con el fin de iniciar el proceso de convocatoria de una nueva subasta de expansión del cargo por confiabilidad, para promover la entrada de nuevos proyectos al sistema durante el periodo 2029-2030 y en adelante.

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Actualmente, en el país se manejan varios tipos de subastas, entre ellas la de reconfiguración y la de expansión de cargo por confiabilidad.

Esta última tiene como objetivo garantizar que haya suficiente generación eléctrica para cubrir la demanda en el largo plazo. Es decir, que haya suficiente energía firme para que respalde al sistema, en especial en situaciones críticas como en un fenómeno de El Niño, que se caracteriza por fuertes sequías.

A través de este mecanismo se asignan obligaciones de energía firme (OEF) tanto a centrales de generación existentes como a nuevos proyectos. En el caso de las plantas nuevas, los generadores pueden acceder a estas obligaciones —es decir, tienen el compromiso de entregar energía cuando el sistema lo requiera— y, a cambio, reciben el denominado cargo por confiabilidad como contraprestación económica.

Este cargo puede otorgarse por un plazo de hasta 20 años, lo que incentiva la inversión a largo plazo en capacidad de generación.

Cabe resaltar que estos procesos están a cargo de las entidades reguladoras, como XM, bajo la supervisión de la Creg y el Ministerio de Minas y Energía.

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Cómo funciona

De acuerdo con la Creg, las subastas de expansión son importantes porque a través de este mecanismo se incentiva la entrada de nuevos proyectos de generación al sistema con la suficiente anticipación. EL HERALDO conoció que actualmente el gran interés de la entidad está puesto en proyectos de generación renovables y la subasta les permite apalancar el desarrollo de estos proyectos.

La subasta es desarrollada por el Administrador del Sistema de Intercambios Comerciales de acuerdo con las reglas definidas por la Creg en las resoluciones 071 de 2006 y 101 024 de 2022.

Los proyectos deben presentar una serie de documentos y parámetros técnicos para determinar su participación y la cantidad de energía que pueden ofertar en la subasta. El día de la subasta, las ofertas se organizan de menor a mayor precio hasta que se complete la demanda que define la Comisión.

De esa forma se escogen los proyectos. La cantidad de energía la establece la Comisión unos días antes de la subasta.

En el caso de las subastas de reconfiguración de compra, son un mecanismo establecido por la Resolución Creg 071 de 2006, que permite incrementar la obligación de energía en firme para cubrir la demanda esperada durante un periodo determinado.

A la espera de la subasta

Tras la publicación de la resolución, el 10 de abril de 2025 se terminó el plazo para los comentarios. Tres meses después, el sector sigue a la espera de que el proceso para la convocatoria continúe.

Entre los pasos se encuentran la manifestación de intención de participación y la presentación de ofertas técnicas y económicas según el manual operativo.

En ese sentido, Camilo Marulanda, presidente de Isagén, manifestó que la necesidad de expansión es inminente, pero para participar en nuevas subastas se requieren condiciones atractivas y “medianamente” estables. “Estas son inversiones a 30, a 50 años. Ha habido mucha inestabilidad regulatoria y mucha turbulencia que ha espantado a algunos de los agentes”, afirmó.

Agregó que lo que esperan los generadores es que la convocatoria ofrezca certezas de largo plazo que alienten la inversión de múltiples tecnologías. “No podemos estar pensando en un cambio regulatorio cada tres meses. Eso desanima y espanta las inversiones en el sector”, enfatizó Marulanda.

Las contradicciones

Para el ex ministro de Minas y Energía Amylkar Acosta, los mensajes contradictorios por parte del Gobierno están frenando la inversión y participación en la nueva subasta. “No se puede hacer una subasta de expansión para el cargo por confiabilidad, pero al mismo tiempo estás anunciando que vas a eliminar ese cargo”.

Afirmó que esta es una de las razones por las cuales no hay avances de la convocatoria. “No hay condiciones para que en este momento se dé ninguna subasta. Y si la abren, pues nadie va a ofertar. ¿Por qué? Por falta de seguridad jurídica”.

En opinión del exministro, no es de extrañar que una subasta se aplace o demore. Recordó que en febrero del año pasado se aplazó dos veces la de expansión. Finalmente, esta se realizó ese mismo mes, pero fue insuficiente, según la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme).

“No solo fue insuficiente, sino que el 90 % de la energía contratada fue renovable. Y la energía renovable, sin respaldo de energía térmica —que puede ser oferta en firme— no garantiza confiabilidad”, expresó Acosta.

El experto en temas energéticos ha sido enfático en afirmar que, sin reglas claras, ningún generador va a querer participar. “Nadie se va a meter en una subasta sin saber cuáles van a ser las condiciones. El propio ministro ha dicho que va a revisar el cargo por confiabilidad y hasta ha planteado que eliminarlo sería una forma de bajar las tarifas”, dijo, preocupado por la situación que atraviesa el país ante la poca oferta de energía.

Explicó que el cargo por confiabilidad que los usuarios pagan en sus facturas es una especie de seguro con el cual las plantas generadoras pueden garantizar el suministro de energía.

Acosta reiteró que esta subasta de expansión está en el “aire” porque no hay reglas, no hay seguridad jurídica. Y si algo “espanta” la inversión es precisamente la inseguridad jurídica.

Impacto en la región Caribe

Aunque la realización de una subasta de expansión es necesaria y conveniente para el país en general, en la región Caribe es imperiosa. Según los expertos, las tarifas de energía en esta zona del país están estrechamente ligadas al balance entre la oferta y la demanda a nivel nacional.

Ante situaciones críticas, como una sequía, la capacidad de generación para cubrir la demanda de energía se reduce, lo que provoca que los precios en el mercado mayorista tiendan a subir, impactando directamente las tarifas que pagan los usuarios de la región que son operados por las comercializadoras Afinia y Air-e.

Ante este panorama, una subasta de energía firme —especialmente de expansión— se convierte en una herramienta clave para incorporar nuevos proyectos de generación al sistema, como los solares y eólicos, aprovechando el alto potencial de la región Caribe.

En junio creció demanda de energía en el Caribe

Un informe de XM reveló que en junio de 2025 la demanda de energía eléctrica a nivel nacional aumentó un

4,53 % en comparación con el mismo mes de 2024, al pasar de 6.542,68 GWh a 6.822,72 GWh.

La región Caribe tuvo el mayor consumo energético con 1.993,62 GWh, aumento el 7,69 %, seguida por la región Centro con 1.610,53 GWh y Oriente con 926,54 GWh.

En lo que va del año, con corte al 30 de junio, la demanda acumulada del Sistema Interconectado Nacional (SIN) presenta un crecimiento del 1,09 % frente al mismo periodo de 2024.