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Durante más de un año, el canal de acceso a la zona portuaria de Barranquilla ha contado con un calado competitivo que ha traido consigo una “histórica bonanza” para la ciudad que se ha materializado a través de un incremento en la movilización de carga, generando un importante número de puestos de trabajo.

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Aunque durante los últimos días tuvo una leve reducción a 10 metros, la continua presencia de la draga china Xi Han Ma para adelantar las labores de remoción de sedimentos ha sido una prenda de garantía frente a los días de incertidumbre que se vivieron en el pasado ante el avance acelerado de la sedimentación.

Recientemente, el alcalde Alejandro Char reconoció el potente impacto dinamizador del proceso de dragado para la ciudad: “Se dinamiza toda la economía, 23.000 empleos genera esto. Yo no creo que haya cinco empresas en el Caribe colombiano que generen tanta prosperidad”.

Puso de presente que, en lo corrido del año, la zona portuaria ha movilizado 5.5 millones de toneladas, mientras que el año pasado fueron 13 millones de toneladas. Cifras que, sin duda, recalcan la importancia de este sector para la economía de la ciudad.

Al respecto, Ricardo Román, gerente de Palermo Sociedad Portuaria, destacó que la situación actual ha generado y restablecido la confianza en la zona portuaria de Barranquilla: “Eso repercute en mayores volúmenes, en mayor inversión, en mayor empleo. En el caso de nosotros hemos podido recibir buques con mayor volumen, sobre todo en cargas de graneles limpios, como es el maíz, el trigo y la soya. Buques de 38 mil, 39 mil toneladas y en exportación de coque también con ese volumen similar”.

La ciencia tras el dragado

Pero si bien hay que destacar la habilidad de los pilotos de la embarcación y el empeño de las autoridades para garantizar los recursos para su continunidad, hay un factor científico que se esconde detrás de los logros en el canal de acceso.

Desde la Autoridad Marítima Colombiana (Dimar) han dispuesto de un moderno laboratorio que brinda el acompañamiento y las pautas para identificar puntos críticos donde se debe realizar el dragado.

Así lo destacó el capitán del Puerto de Barranquilla, el capitán de fragata Bernardo Fabio Silva Flórez, quien señaló que “la Oficina Hidrográfica se encarga del seguimiento y monitoreo del comportamiento del río Magdalena como afluente fluvial, así como de las condiciones metrológicas y las ayudas a la navegación”.

Cabe anotar que el río Magdalena, en jurisdicción de la Dimar, tiene 27 kilómetros. En esta extensión se encuentran habilitadas 10 instalaciones portuarias con capacidad para recibir buques hasta de 200 metros de eslora y con un calado de 10.4 metros.

“Este calado es la parte importante porque el trabajo que hace la oficina hidrográfica con sus equipos de alta tecnología y con el personal que está ahí trabajando es la verificación y el levantamiento batimétrico permanente de todos los sectores en estos 27 kilómetros, para detectar cuál de esos sectores está siendo objeto de sedimentación y una disminución en la profundidad”, indicó el capitán Flórez.

Con la información pertinente se logra articular el trabajo de dragado, protegiendo además la integridad del puerto y sus otros usuarios.

Cuatro años sin incidentes

En la memoria del capitán Silva ya parecen lejanos los recuerdos de esas declaratorias de emergencia. Han pasado cerca de cuatro años desde la última vez que un buque quedó encallado en la zona portuaria por bajo calado.

Podemos estar hablando de finales de 2021 y ya es un tiempo bastante importante desde que el trabajo conjunto que estamos haciendo entre las instituciones ha beneficiado la estabilidad en el canal de acceso y la tendencia a cero de los siniestros marítimos por encallamiento”, dijo.

Y es que precisamente esos años fueron los más complicados en la historia reciente de la navegación por el canal de acceso, generando varias emergencias y con ellas millonarias pérdidas.

“Si revisamos estadísticas, en el 2021 fue un año crítico para Barranquilla, 2022 fue un año en que las profundidades estuvieron bastante limitadas, estamos hablando de entre 7 y 8 metros de profundidad”, dijo.

Y también recordó que años atrás el puerto de Barranquilla era descartado por las empresas de transporte por dichas condiciones. Por eso recalca el valor del trabajo de los puntos de monitoreo y el juicioso estudio que realizan para mantener el canal en óptimas condiciones: “Los números que estamos moviendo en este momento están superando todas las expectativas, no habíamos tenido un comportamiento portuario similar en los últimos 90 años”.

Modernización

Carlos González, presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac) en Barranquilla, resaltó que desde la zona portuaria se debe mantener la senda de modernización para ofertar servicios con eficiencia, para así lograr mayor margen de ganancias.

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“La modernización del puerto de Barranquilla ha generado avances significativos que fortalecen su posición como un eje clave del comercio exterior en Colombia, por los distintos TLC. Estas inversiones reflejan el compromiso continuo con la evolución”, cerró.