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Barranquilla ha experimentado, en los últimos años, una transformación urbanística sin precedentes, consolidándose como un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo. La recuperación y modernización de espacios públicos en sus cinco localidades ha generado un impacto significativo en la calidad de vida de sus habitantes, convirtiendo a la ciudad en un referente de planificación y crecimiento ordenado.

Uno de los pilares de este proceso ha sido la creación y revitalización de espacios emblemáticos que promueven la integración social y el dinamismo económico. Ejemplos de ello son los parques renovados con amplias zonas verdes, los nuevos mercados del centro que han impulsado el comercio formal, y los grandes proyectos de infraestructura como el ecoparque Ciénaga de Mallorquín, el Gran Malecón del Río y el nuevo Malecón del Suroriente. Estos proyectos no solo han mejorado la imagen de la ciudad, sino que han generado oportunidades para el turismo, el emprendimiento y el disfrute ciudadano.

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La transformación de Barranquilla no se ha limitado a una sola zona. Si bien en el pasado el desarrollo urbanístico se concentraba en el norte de la ciudad, en todos los puntos cardinales se han adelantado intervenciones que mejoran la infraestructura, la movilidad y el acceso a espacios públicos de calidad. La descentralización del desarrollo urbano ha permitido que más comunidades disfruten de entornos más seguros, organizados y adecuados para el esparcimiento y la convivencia.

A pesar de los avances, el proceso de modernización de Barranquilla continúa. La ciudad enfrenta desafíos en términos de planificación a largo plazo, sostenibilidad ambiental y equidad en el acceso a servicios urbanos. Sin embargo, los cambios ya son palpables y marcan un antes y un después en la historia de la ciudad, consolidándola como una metrópoli en constante evolución y con una visión clara hacia el futuro.

Gabriel Olivera

Transformación palpable

La modernización de los mercados del centro ha sido un paso clave en la reorganización del comercio local. Con infraestructuras renovadas y mejores condiciones sanitarias y de seguridad, estos espacios han contribuido a la formalización de los pequeños comerciantes, dinamizando la economía y mejorando la experiencia de los compradores.

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Nubia Isabel Del Valle es una comerciante barranquillera que ha dedicado más de 25 años a su negocio, enfrentando los altibajos propios del comercio. A lo largo de los años ha vivido temporadas buenas y malas, pero con esfuerzo y dedicación ha logrado salir adelante. Hoy, con la renovación de los mercados en la ciudad, siente un cambio significativo en su entorno de trabajo.

Para ella, el nuevo mercado El Playón ha sido un gran acierto: “Este mercado está espectacular, es un espacio muy bueno. En mi local cada vez que llovía la mercancía se me dañaba y ahora, con una infraestructura moderna y adecuada, nada se pierde, estamos aquí saliendo adelante”.

La ciudadana Diana Moreno expresó que frecuenta el sector para adquirir productos en los diferentes mercados al servicio de la comunidad yconsidera que que los nuevos espacios son bonitos, limpios y ordenados.

“Suelo ir a comprar a La Magola, pero decidí visitar por primera vez El Playón. Me parece que los mercados recuperados son excelentes y destaco la buena organización y limpieza en ellos”, aseveró.

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Gabriel Olivera

Por otra parte, el Malecón del Suroriente, inaugurado en diciembre del año anterior, representa un avance en la descentralización del desarrollo, beneficiando a sectores tradicionalmente excluidos de la modernización urbana y generando nuevas oportunidades para el turismo y la inversión.

Hernando Bonilla, edil de la localidad Suroriente, destacó la transformación que ha vivido la zona gracias al nuevo malecón tras mencionar que lo que se conocía como el basurero más grande de la zona era sinónimo de deterioro y problemas de seguridad, pero en la actualidad se ha convertido en un megaproyecto que beneficia a más de 350 mil personas e impacta positivamente a siete barrios.

A su turno, Alexander Julio Rangel contó que ha vivido en Rebolo durante aproximadamente 15 años y que su calidad de vida ha mejorado notablemente desde la llegada del parque en la comunidad, lo que les permite a él y a su hijo Samuel, de 8 años, disfrutar de un espacio seguro para jugar.

Gabriel Olivera

Desde el parque Realismo Mágico, el joven Santiago Tinoco opinó que los nuevos parques han mejorado la convivencia social, permitiendo planes más diversos en comparación con opciones pasadas como ir a centros comerciales. Valoró que estos lugares fomentan el deporte y la recreación con amigos y mascotas.

El crecimiento urbano de Barranquilla ha ido acompañado de mejoras en la movilidad y el transporte. La construcción y ampliación de corredores viales estratégicos –como la avenida 72 y la prolongación de la calle 98, entre otros– han facilitado la conectividad entre diferentes zonas de la ciudad, reduciendo tiempos de desplazamiento y mejorando la accesibilidad.

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Además, la apuesta por la sostenibilidad ha sido clave en la planificación urbana. La implementación de proyectos de arborización, la recuperación de cuerpos de agua y la promoción de espacios peatonales y ciclovías han sido parte de la estrategia para hacer de Barranquilla una ciudad más amigable con el medio ambiente.

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Los retos que enfrenta Barranquilla

El experto en urbanismo, Porfirio Ospino, resaltó que, en tiempos recientes, Barranquilla ha vivido cambios significativos como la canalización de arroyos y la recuperación de la conexión con el río Magdalena. Sin embargo, el urbanista también advirtió que aún existen importantes tareas pendientes en la ciudad. Entre ellas mencionó la recuperación integral del centro histórico. Ospino destacó que el transporte público masivo debe ser un eje estructurador en la ciudad, fundamental para la consolidación de un desarrollo urbano sostenible y eficiente.