Compartir:

En aras de mejorar la calidad de vida de los pescadores y fomentar el turismo en la Ciénaga de Mallorquín, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (C.R.A) lanzó un proyecto que impulsa el ecoturismo en el corregimiento de La Playa.

Lea aquí: Gobernación inició inscripciones para tarifa diferencial en peaje de Puerto Colombia

Se trata de ‘Las Curramberas’, un proyecto ecoturístico que consta de un recorrido por Ciénaga de Mallorquín realizada en dos embarcaciones amigables con el medio ambiente, las cuales serán operadas por las corporaciones ‘Playero Come Jaiba’ y ‘La Cangrejera’.

Jhony Olivares

“Lo que busca este proyecto es que los ojos del mundo se centren en el departamento del Atlántico, así como lo hizo México en algún momento, en algunas de sus regiones. Y yo me atrevería a decir que más moderna, más sostenible y con mejor tecnología. Este es un proyecto ecoturístico que genera un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de los recursos naturales”, expresó el director de la CRA, Jesús León Insignares.

El recorrido por la ciénaga de Mallorquín en “Las Curramberas” tiene una duración aproximada de una hora. Empieza desde el muelle del sector La Playita (Aulas Ambientales), en donde los turistas recibirán una charla de seguridad y sensibilización sobre la importancia de este ecosistema.

Lea también: Energías renovables e hidrógeno: la apuesta del Caribe para enfrentar crisis energética

Luego, el recorrido continúa hacia el Ecoparque, pasando por la Punta de Félix y el punto de siembra de mangles de la C.R.A. Además, cuenta con la opción de extender la travesía hasta Puerto Mocho.

De esta forma, desde mañana empezarán a operar los recorridos, los cuales tienen un precio de 50.000 pesos por persona, más tres mil pesos del seguro. Además, los horarios estarán desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde los miércoles a domingo y lunes festivos; no obstante, también serán determinados según las reglamentaciones de la Dimar para el tránsito de embarcaciones.

Se invirtieron 400 millones de pesos y más de 60 familias de pescadores de la ciudad de Mallorquín, de la playa y del barrio Las Flores, recibieron una capacitación de más de 200 horas por parte de la corporación del Sena y de la Cámara de Comercio para poder liderar este proyecto.

Además: Distrito avanza en recuperación hídrica en el Centro, con intervensión a Caño Arriba

“Con este proyecto le estamos ofreciendo a los pescadores y sus familias nuevas alternativas sostenibles a la tradicional extracción de recursos, un enfoque con el que buscamos diversificar las oportunidades laborales y promover un uso distinto de la ciénaga, alejado del consumismo y la pesca de subsistencia, que han sido predominantes en la zona”, explicó el encargado.

Jhony Olivares Rodriguez

Componentes sostenibles

Con una extensión de 9 metros por 2.60 metros de ancho, las embarcaciones tienen una capacidad de transportar a 22 personas. Están hechas de maderas, fibra de vidrio y motores de cuatro tiempos de última tecnología.

Los motores utilizan combustibles amigables con el medio ambiente, generan un impacto neutro en los recursos naturales y son certificados por su fabricante como sostenibles.

En comunidad

A partir de la fecha, estas familias de pescadores tendrán una alternativa de ingresos para subsistir. El pescador y representante de ‘Playero Come Jaiba’, Jorge Altamar, sostuvo que tiene expectativas altas con este proyecto.

“Lo importante de esta iniciativa es que nosotros visionamos que la gente no lo vea solamente como un paseo más, sino también brindarle al turista una experiencia de vida que por lo menos visione la importancia del manglar, del humedal y del avistamiento de aves”, puntualizó.

Y el director del proyecto, Juan Carlos Zara, finalizó recordando el proceso de trabajar con los residentes: “Cuando tú empiezas un proyecto con la comunidad, y saben que hay una inversión por parte del Estado, siempre hay esa mezquindad con el proyecto porque piensan que no va a quedar nada para ellos. Y lo primero que hice fue mostrarles las embarcaciones que le iban a quedar ahí. Hoy nos sentimos orgullosos porque todos los pescadores ansían tener turistas que los visiten”.