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La ubicación de Alameda del Río se caracteriza por estar vinculada con una serie de humedales y ecosistemas ribereños. Por esta razón, la presencia de animales silvestres en esta zona, más que ocasional, se ha vuelto paisaje para algunos habitantes.

Sin embargo, esta situación había pasado a segundo plano hasta el pasado fin de semana, cuando dos chigüiros fueron vistos recorriendo los conjuntos residenciales de la zona.

Julio FernándezAve Polluela Carrasqueadora.

El tránsito de las criaturas en los espacios urbanos de Alameda del Río no es visto por todos los residentes, pero algunos que lo padecen dicen presentar “profunda tristeza” al ver que este proyecto urbanístico invade el hábitat de los animales.

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“Es muy triste ver este panorama. Antes veíamos a muchos animales, a las garzas más que todo, y ahora aparecen hasta iguanas muertas”, expresó una ciudadana, quien no quiso reservar su nombre.

El ciudadano Antonio Llanos, por su lado, fue enfático al decir que “hay que enseñar a la ciudadanía sobre el cuidado y la conservación de la flora y fauna que está aquí. Si te das cuenta, más que todo, los domingos para lunes, se ve mucha suciedad. Ya estamos aquí y se les invadió, hay que convivir con los animales”, destacó el joven.

Y Alba Llano agregó: “estamos llegando a su hábitat, por lo que ellos están saliendo y buscando otro hogar. Lo que hay es que tener cuidado y no hacerles daño”.

Los controles

Debido a esta situación, la Corporación Regional Autónoma del Atlántico (CRA) anunció que viene adelantando jornadas de monitoreo y teledetección –desde el pasado sábado– tras el avistamiento de los chigüiros. Con dichas herramientas se ha podido detectar que los animales presentan una salud adecuada en el ecosistema.

Debido a esto, la autoridad ambiental indicó que no es necesario reubicarlos. Incluso, consideran que esta medida podría perjudicar más a las especies, pero que no se descarta por el momento.

“Si se observa que los individuos regresan al área y que la comunidad pudiera atacarlos por desconocimiento o temor, sería necesario evaluar la posibilidad. Sin embargo, esto generaría un trauma mayor para los animales, especialmente si ya han logrado adaptarse a este ecosistema”, detalló el biólogo de la CRA, Joe García.

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Asimismo, la entidad hizo un llamado a la comunidad para que los ayude a proteger las especies, y, en lo posible, no los perturben.

Recomendaciones

Nelson Rangel, geólogo y docente de la Universidad del Atlántico, recomendó a la ciudadanía respetar y no interferir con la fauna silvestre si es avistada, así como evitar alimentar a los animales, ya que esto altera su comportamiento natural y puede generar dependencia.

Otra de las recomendaciones corresponde a no arrojar basura o desechos en cuerpos de agua cercanos, ya que los humedales son ecosistemas sensibles, y reportar cualquier avistamiento a las autoridades ambientales en lugar de intentar capturar o ahuyentar a los animales.

Asimismo, sugirió que las autoridades competentes realicen monitoreos y protección de humedales cercanos para garantizar la conservación del hábitat.

¿Es un humedal?

Una de las problemáticas que también se avivaron nuevamente el pasado 15 de marzo fue la presunta construcción de edificios sobre un humedal ubicado en este sector. Colectivos como Salvemos el humedal han realizado actividades para protección de dicho ecosistema, que resguarda a especies entre aves y reptiles autóctonos.

Juanita Aldana, bióloga de la Universidad del Norte, aseguró que dicha área siempre ha sido un área de humedal: “No es que se haya formado recientemente, sino que, por las características del suelo y la pendiente, esa siempre ha sido un área de humedal”.

La experta enfatizó que “los humedales pueden ser temporales, pero siguen siendo humedales y deben ser protegidos. Su importancia radica en que regulan el agua, evitando inundaciones y actuando como esponjas naturales. Además, cumplen funciones ecológicas vitales, como la depuración del agua y el mantenimiento del equilibrio ecológico”.

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Y advirtió que construir en estas zonas podría representar un riesgo para la comunidad: “El agua tiene memoria, y si en el pasado hubo un humedal en una zona, es muy probable que vuelva a inundarse en el futuro”.

Sin embargo, desde la CRA se aseguró que este ecosistema se formó debido a las excavaciones de la construcción.

“Al no iniciarse de inmediato la construcción, las excavaciones retuvieron el agua de escorrentía proveniente de la canalización de aguas lluvias. Esto generó un cuerpo de agua estancada en el que se desarrolló un ecosistema temporal. Y dado que en la zona existía vegetación natural y se trataba de un área inundable por su proximidad al Arroyo León, la comunidad percibió el empozamiento de agua como un humedal”, explicó el biólogo Joe García.

Especies encontradas

JULIO FERNANDEZ/Julio FernándezEspecie Martín Pescador.

Julio Fernández, ingeniero y miembro de la Sociedad de Observación de Aves del Atlántico (SOA) y otros colectivos dedicados a la conservación ambiental, aseguró a EL HERALDO que han registrado alrededor de 40 especies de aves en el sector, entre las cuales están la Chachalaca Alirroja; Tortolita Pico Rojo; Ibis Verde, Afeitado y Cara Oscura; Garza Tricolor, Dedos Dorados, Blanca y Ganadera Occidental; Golondrina Pecho Café, Turpial Amarillo; Polluela Carrasqueadora; Martín Pescador, entre otras.

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Asimismo, han avistado reptiles como babillas e iguanas y mamíferos como osos hormigueros, zorros, zorros perros y armadillos.

Johnny Olivares