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Un nuevo descontento se ha generado entre la comunidad y usuarios del Corredor Universitario ante las obras complementarias inconclusas en un tramo de la primera unidad funcional de la Gran Vía, que se suma a los retrasos de las obras en la segunda fase, en especial, en el sector del centro comercial Le Champ.

La puesta en funcionamiento del primer tramo de la Gran Vía se dio en diciembre del año anterior, aun cuando estaba prevista para ser entregada meses atrás; sin embargo, tras denuncias ciudadanas, EL HERALDO visitó el sector y logró constatar que algunas obras complementarias como la construcción de andenes y las telarañas de cables no fueron incluidas.

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Además, se observó que, aunque sí hay trabajadores en las obras, son muy pocos para lo que se requiere.

Alberto Mario Forero, empresario y residente de Puerto Colombia, expresó su preocupación por el lento avance de la obra en la Gran Vía tras señalar que hay una “escasa” presencia de trabajadores, problemas de movilidad por la falta de regulación en el tránsito y mal estado de la vía habilitada para conectar con la carrera 46.

También criticó la falta de remoción de cables de telecomunicaciones que deberían ir subterráneos, tal como lo contempló el proyecto desde sus inicios.

“No le vemos gran avance a esta vía, la vemos muy lenta y no han colocado ningún regulador para guiar el tránsito. La congestión que se forma en la rotonda cercana a la Universidad del Atlántico es impresionante, y ya vendrán las lluvias y se volverá peor todo eso”, dijo Forero.

Mientras caminaba por la carretera y trataba de esquivar el tráfico, Víctor Polo, estudiante de la Universidad del Norte, comentó sobre la peligrosidad de caminar por la carretera debido a la falta de andenes adecuados, una situación que ha estado presente durante más de seis meses.

Afirmó, además, que se siente “frustrado” por tener que lidiar con el riesgo de vehículos a alta velocidad y la incomodidad de que sus zapatos se ensucien al intentar usar las aceras: “Se esperaba que la vía la entregaran en su totalidad y pues es bastante peligroso y tedioso caminar por la carretera esperando que no se venga un bus a toda velocidad. Se necesitan medidas urgentes”.

A su turno, el presidente de la Junta de Acción Comunal de Villa Campestre, en el municipio de Puerto Colombia, Alberto Cianci, informó sobre la situación de la movilidad en la zona, destacando que desde hace 20 días se realizó una reunión con el gremio de transporte y autoridades locales debido a preocupaciones sobre cierres viales en la Universidad del Atlántico.

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“Las obras de la Unidad Funcional 2 están muy retrasadas, lo que ha generado inquietud en la comunidad”, dijo.

Además, mencionó el caos en el tráfico debido a la falta de señalización y la necesidad de una mejor infraestructura, así como preocupaciones sobre el manejo de aguas lluvias en la zona.

“Es necesario que también se instale con urgencia alumbrado público porque por ahí camina mucho estudiante y se garantice que este actor vial cuente con las herramientas ya que son los que más sufren y ni siquiera tienen un andén por donde caminar”, aseveró.

Por otro lado, aunque persisten algunas quejas sobre el proyecto, hay quienes piensan que se trata de una obra que le ha cambiado la mirada al sector. Tal es el caso de Isabela Peña, estudiante de séptimo semestre de Medicina en Uninorte, quien comentó que aunque al principio, el proceso fue complicado y dificultó el acceso a la universidad, una vez finalizado, el resultado es positivo.

“Los nuevos buses circulan mejor. Por ahora el tráfico es fluido”, agregó Peña.

Sin respuestas

EL HERALDO consultó a la Gobernación del Atlántico para conocer los avances del proyecto, así como las posibles soluciones a las obras complementarias inconclusas y hasta el momento no ha recibido respuesta alguna.

Cabe mencionar que el proyecto de la Gran Vía consta de dos unidades funcionales: la primera se inicia en la Circunvalar y termina en el Club Campestre, siendo adjudicada al Consorcio Vial Barranquilla. La segunda, por su parte, es el tramo que va hasta la Universidad del Atlántico.

Con antelación se indicó que las obras de la unidad funcional 2 se finalizarían en el mes de junio.

Algunos detalles

De acuerdo con las autoridades, dicha obra se ha retrasado debido a problemas con el tema de compra predial y dificultades técnicas, las cuales habrían sido superados y se avanzaría con los muros anclados del deprimido de Le Champ.

El proyecto contempla dos puentes peatonales, uno frente al colegio Sagrado Corazón y el otro en las afueras de la Universidad Libre, así como un segundo deprimido a la altura del centro comercial Le Champ.

La unidad funcional 1 es una vía de doble calzada con una longitud de 1.2 kilómetros y un ancho de 10 metros, un puente peatonal a la altura del colegio del Sagrado Corazon, un deprimido frente a la Universidad del Norte, andenes peatonales, ciclorrutas y una gestión predial que alcanzaron una inversión de $77.205 millones.

Las obras de la Gran Vía, que se ejecutan entre Barranquilla y Puerto Colombia, contemplan la construcción de 3.55 kilómetros en doble calzada.