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Con un destacado desempeño en materia de brecha de género cerró el departamento del Atlántico en el 2024, según el Índice de Equidad de Género (IEG) elaborado por la Universidad del Rosario, el Consejo Privado de Competitividad y el banco Davivienda.

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El IEG analiza, de forma comparada para los periodos 2023 y 2024, seis pilares fundamentales para la equidad de género: infraestructura del bienestar, infraestructura del cuidado, acceso a cargos de representación y acceso a mercados, educación y salud.

Quienes lideran dicha medición son la ciudad de Bogotá y los departamentos de Atlántico y Cundinamarca “reflejando avances principalmente en los pilares de: infraestructura, empleo y acceso a servicios (…) Lo que refleja un esfuerzo por reducir las brechas de género en estos ámbitos”.

El departamento caribeño se ubicó en la segunda casilla solo por debajo de Bogotá –la mejor calificada- consiguiendo un puntaje de 6.76 y subiendo cuatro casillas con respecto a 2023 cuando ocupó el puesto número seis. El podio lo completa Cundinamarca con 6.75.

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El informe da cuenta de que el “avance” del Atlántico se debe a tres pilares clave: infraestructura del cuidado (de 5,92 a 7,85), acceso a cargos de representación y liderazgo (de 6,17 a 7,65), e infraestructura del bienestar (de 5,22 a 6,57). “Es un ejemplo de progreso”, resaltan.

“No obstante, se observó un leve descenso en el pilar de mercados, debido, principalmente, a una ampliación de la brecha en el valor promedio de pensión entre hombres y mujeres, que favoreció a los hombres en 2024″, se lee en el informe de 261 páginas.

El índice destaca que si bien ha habido una “mejora considerable” en lo referente a infraestructura de cuidado, la brecha continúa siendo desfavorable para las mujeres: “Ellas dedicaron más tiempo a las labores del hogar, el incremento en el puntaje refleja una reducción de dicha brecha, acercando el tiempo dedicado por hombres y mujeres a estas actividades”.

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Con un incremento de 3.33 puntos en lo que respecta a acceso a cargos de representación y liderazgo, el Atlántico mostró una mejora destacada en este indicador, pasó de 5,91 en 2023 a 9,24 en 2024.

“A pesar de que la brecha seguía favoreciendo a los hombres, lo que implica una mayor proporción masculina en estos cargos, la reducción de la brecha es un paso significativo hacia la equidad de género en el sector público”, apuntan.

Por otro lado, el avance en el pilar de infraestructura de bienestar se debe, sostiene el IEG, en gran medida, a un aumento significativo en el subpilar de bienestar subjetivo, con el puntaje subiendo de 1,21 a 8,94. “En ambos años, la brecha favoreció a las mujeres, lo que indica que una mayor proporción de mujeres jefas de hogar se sienten seguras en su entorno residencial en comparación con los hombres”.

Pero más allá de los números, Carlos Sepúlveda Rico, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario y director de Centro de Estudios para la Competitividad Regional (SCORE) precisa que esto deber verse como “una oportunidad para mejorar las políticas públicas” que propendan por minimizar la brecha entre hombres y mujeres.

“(El índice debe servir para) ver cómo se está armonizando con las políticas de bienestar y de equidad de género en la actualidad para poder potenciarlas y pues lograr unos desde los próximos en los próximos años”, agregó en diálogo con EL HERALDO.

Finalmente, los departamentos peor valorados fueron Guaviare con un puntaje del IEG de 3.07 (casilla 33), Amazonas, con 3,33 (casilla 32), y Vichada, con 3.49 (casilla 31).