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Los bloqueos que se han reportado en distintas zonas de la ciudad y municipios del Atlántico han generado una serie de afectaciones en la movilidad durante este miércoles.

Las protestas son a raíz del fallo en el fluido eléctrico tras el vendaval que azotó al departamento el pasado lunes en horas de la tarde. Algunas comunidades afectadas aseguran que llevan más de 48 horas sin luz.

En la noche de este martes se presentaron los primeros bloqueos en vías, lo que ha ocasionados trancones en vías principales y que los usuarios de transporte público caminen largos trayectos hacia su lugar de destino.

Jesús Rueda/Jesús RuedaTranseúntes y pasajeros de busesLos transeúntes se movilizan.

La ciudadana Sixta Catalán aseguró que se vio afectada por la compleja situación en movilidad. Tuvo que caminar varias horas y como resultado se le hincharon sus piernas: “Estaba en una cita médica, de la que me desocupé a las 3:00 p. m. y llegué a la casa a las 10:00 de la noche”.

Por otro lado, la transeúnte Nelly Sánchez comentó que su hijo tuvo que caminar desde la calle 17 hasta más allá del terminal, pues no encontró transporte. Este miércoles, el joven decidió no ir a la universidad debido a que continúan los bloqueos.

Algunos usuarios que quedaron a la deriva debido a la poca disponibilidad de transporte y bloqueos en la vía se enfrentaron con el temor de ser afectados por la inseguridad. Tal es el caso del joven trabajador Alan Malulen, quien llegó a su casa en altas horas de la noche.

“Es bastante conocido que la ciudad está pasando por una ola de inseguridad y en la noche pues la está más latente todavía”, comentó Malulen.

Usualmente el joven se dirige a su casa en el colectivo Murillo Derecho o Transmetro, pero en esta ocasión tuvo que tomar taxi, cuyo servicio le generó un costo de 30 mil pesos.

“Y eso, fue barato. Porque otras personas estaban buscando más alternativas y habían unos que le cobraban de a 50 y 40″, señaló el joven.

Voces de conductores

Algunos conductores de buses que expresaron su punto de vista a EL HERALDO coinciden en que la situación es insostenible, puesto que junto con sus pasajeros son los principales afectados por los bloqueos.

Un chofer de la empresa La Carolina dijo que este martes demoró hasta seis horas para llegar a la empresa.

Por otro lado, un conductor de Embusa calificó la situación como “pésima”. “Hay trancón en todas partes. Ahorita van a cerrar las calles otra vez. Han partido buenos vidrios aquí en la empresa y nos están cobrando para poder pasar”.

Y agregó: “la verdad es que yo me siento muy presionado con la gente, porque creo que nos van a atracar o hacernos otro daño”.

En esta misma línea, un conductor de Transmecar consideró que deberían asignar a personas que sepan de movilidad para que atienda correctamente los puntos críticos. Y agregó que no piensa hacer otro viaje pues desconoce lo que vaya a pasar este miércoles 18 con los bloqueos.

Jesús Rueda/Jesús RuedaBus TransmecarBus Transmecar a la altura de La Catedral

Afectaciones económicas

Además de presentarse afectaciones en la movilidad de usuarios y en las operaciones de las empresas de transporte, otro factor con estragos es el económico. De acuerdo con Giovanny Ramos, directivo de Analtra en Barranquilla, con estas situaciones se pierde un recorrido por cada vehículo.

“Esto impacta de manera negativa tomando en cuenta el reciente aumento de combustible. Si cada recorrido moviliza, en promedio, 50 pasajeros, y lo modificamos 3.100 por personas, con eso tendríamos la afectación del vehículo”, manifestó el encargo.

Asimismo, indicó que con la coyuntura se aumentan los costos, lo que generaría inconvenientes ya que la tarifa al público seguirá igual al no contar con libertad de precio. Y como resultado, podrían terminar el año con la misma tarifa y los costos más elevados.

Por otro lado, el directivo de Analtra manifestó que hasta el momento no cuentan con un reporte preliminar de las afectaciones puntuales que padecieron las empresas de buses. Pero concuerda con la principal fue la represión vehicular por más de tres horas. Hecho que impidió que el servicio fuera eficaz.