Si alguien ha sabido hacer de la necesidad virtud es la exalcaldesa y exministra Elsa Margarita Noguera De la Espriella. Desde que era una niña, la economista barranquillera, de 50 años, aprendió a sacar su fuerza interior para desafiar los insufribles límites que otros trataban de imponerle, sin perder su natural optimismo. Como una cajita de música que da gusto escuchar, sus pragmáticas lecciones acerca de cómo reescribir el presente para sortear las adversidades, elevar la exigencia de la función pública en tiempos hostiles y resolver la suma de crisis de una cotidianidad incierta se podrían compilar en un manual inédito sobre la resiliencia. El mismo que reconoce le hubiera gustado tener en el inicio de la pandemia: su momento más álgido. Noguera habla para EL HERALDO días antes de dejar la Gobernación, con nostalgia y, sobre todo, gratitud.
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