El panorama no puede ser más desolador. Solo basta con recorrer la vía Oriental para toparse con imágenes preocupantes. Tierras áridas, reses flacas y cuerpos de agua con bajos niveles son muestra del impacto que la sequía ha tenido en el departamento del Atlántico.
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En el último año, los atlanticenses han sido duramente golpeados por la variabilidad climática. En el cierre de 2022, fuertes lluvias se presentaron en el departamento. Esto conllevó a que se registraran inundaciones de cultivos y viviendas en varios municipios.
En el presente año, las condiciones secas han llevado a que muchos animales enfermen debido a que se están alimentando de un pasto seco que no cuenta con los nutrientes necesarios para ellos.
Los agricultores y ganaderos se encuentran alarmados debido a que este mes, caracterizado por fuertes lluvias, ha llegado con fuertes temperaturas. Por eso esperan un aguacero que hidrate sus tierras y les permita contar con las condiciones para adelantar sus labores sin ningún inconveniente.
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Norman Polo, ganadero de Santa Lucía, dijo que estos primeros cinco meses del año para el campo en el departamento han sido contrarios, primero por inundaciones y ahora por la sequía.
'En la zona comenzó a escasear el pasto y la fruta con la que alimentamos al ganado, como el campano y el guácimo', contó.
Polo aseguró que en medio de esta situación ha perdido 26 animales. Sostuvo que esta es una situación generalizada, puesto que todos los agricultores y ganaderos están 'pasando por un mal momento'.
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