Consumo de drogas, violencia intrafamiliar y enfrentamientos entre pandillas hacen parte del imaginario que rodea a la Urbanización Las Gardenias. Son más de 20 mil las personas que residen en este sector de la ciudad, que recurrentemente es reseñado en estas páginas por noticias negativas.
Con la intención de generar un cambio social que permita mejorar la convivencia y mostrar una 'cara más amable', Gabriel Canchila ha venido liderando un 'arduo' trabajo que permea –en especial– a niños, jóvenes y población migrante.
En su mente están intactos los recuerdos de aquella época violenta que vivió en su natal San Antero (Córdoba). Huyendo de ese flagelo, el hombre de 40 años emigró junto a su familia a la capital del Atlántico, donde se ha residenciado durante la última década.
'Soy desplazado y el Gobierno nos asignó un apartamento acá. A mí toda la vida me ha gustado servir a los demás y empezamos a desarrollar un trabajo social con las distintas comunidades que, como yo, llegaron hasta este lugar', recordó mientras recorría los pasillos de una de las torres de apartamento.