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Un cangrejo azul  intentando cruzar la vía y otros aplastados sobre el asfalto de la Segunda Circunvalar denotan la problemática a la que se enfrenta la fauna de la Ciénaga de Mallorquín desde la construcción de la vía de cuarta generación.  

 La situación de la especie obedece a la ubicación del separador construido en el tramo que conecta a Las Flores con La Playa, el cual interrumpe el proceso migratorio que hacen los crustáceos en esta época.

Ante lo sucedido, la CRA dijo que este tipo de situaciones ocurre porque las especies requieren de un corredor para transitar de un lado a otro. Es decir, del cuerpo de agua en Mallorquín a la zona seca que está enfrente.

La autoridad ambiental del Atlántico dijo que informará la situación que se reporta en la zona a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), encargada de otorgar la licencia ambiental para la construcción de la doble calzada.

'Cuando empezó a funcionar la vía se dieron cuenta que las medidas debieron ir más allá, sobre todo por el comportamiento de algunas especies como el cangrejo', explicó el biólogo de la CRA, Joe García.  

También informó que el concesionario a cargo de la vía estaría realizando estudios sobre la dinámica del ecosistema para proponer estrategias de manejo efectivo que ayuden a minimizar el impacto de la vía sobre la fauna.