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En Barranquilla las mayores concentraciones de black carbon (carbón negro) se encuentran en la calle 30. Así lo aseguró Erika Blanco, ingeniería ambiental de la Universidad de la Costa, durante el foro sobre Cambio Climático que se realiza la mañana de este jueves en el Centro de Convenciones Combarranquilla Country.

En el foro, la experta explicó que el black carbon es un contaminante climático de vida corta (CCVC) emitido por la combustión incompleta de combustibles fósiles y biomasa, provenientes de actividades antropogénicas como: el transporte, industrialización y quema de residuos, entre otras.

Debido a sus propiedades, tiene efectos negativos en la calidad de aire y el clima reduciendo la visibilidad, absorbiendo contaminantes primarios y secundarios, como catalizador para diversos procesos químicos en la atmosfera o interactuando con la atmosfera a través de varios mecanismos.

Algunos de dichos mecanismos pueden ser: la absorción directa de la radiación solar, la reducción del albedo de la nieve, el aumento del derretimiento de la nieve y el cambio de la reflectancia solar de las nubes por medio de una variedad de intercambios con la humedad atmosférica y nubes.

Esto puede tener efectos adversos a la salud, ya que al ser un aerosol fino y poseer una gran área de superficie específica, puede absorber contaminantes cancerígenos, como compuestos orgánicos volátiles (COV) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que pueden depositarse en la piel e incluso pueden inhalarse hasta llegar a los pulmones, lo que termina afectando los tejidos del sistema respiratorio.

Los efectos en la vegetación también son negativos porque retarda el crecimiento de las plantas mediante la adhesión a las superficies las especies.

A nivel mundial, se ha establecido como prioridad el diseño e implementación de estrategias para disminuir la emisión del black carbon, como contaminante de vida corta, representando una oportunidad para disminuir los efectos en el clima a mediano y corto plazo.

Como institución de Educación Superior, la Universidad de la Costa se encuentra desarrollando proyectos de investigación en Barranquilla para conocer las concentraciones del black carbon, a través de monitoreo fijos y móviles que permitirán evaluar el impacto del tráfico vehicular y de las quemas de biomasa y proponer acciones para su mitigación.