Visitar Ciudad de Panamá es mucho más que ir de compras, conocer el canal o disfrutar de su gastronomía y diversión. A unos pocos minutos de la capital hay todo un mundo por descubrir donde se puede entrar el contacto con la naturaleza y con las raíces culturales de su población.
Se trata del Parque Nacional de Chagres, ubicado entre las provincias de Panamá y Colón, donde habitan indígenas de la etnia embera, en lo que se puede considerar un verdadero paraíso en medio de la selva tropical.
A menos de una hora y media de Ciudad de Panamá se encuentra este parque natural que es atravesado por el río Chagres, por el cual se llega a los más inesperados paisajes naturales que llevan a olvidarse de todos los afanes cotidianos para vivir una aventura ecológica de la mano de los nativos.
Perfectamente conocedores de cómo atender a los visitantes y dispuestos a compartir con ellos sus costumbres y modo de vida, los embera han hecho del turismo su fuente de ingresos, actividad que desarrollan sin perder su esencia ni olvidar sus raíces.
A los asentamientos embera se llega en lanchas que son conducidas hábilmente por los hombres de la etnia. Entre los visitantes se encuentran turistas de China, Francia, Estados Unidos, Argentina y Colombia, entre otros. Este es uno de los destinos preferidos por europeos y asiáticos
Las lanchas de madera son elaboradas por los nativos, con sus técnicas ancestrales, y funcionan con motor, en ellas se llega a los diferentes sitios donde se puede realizar senderismo, caminatas, avistamiento de aves o también hasta la laguna Alajuela, donde se puede nadar. Muy cerca hay una pequeña cascada de aguas cristalinas para disfrutar.
Este complejo fluvial es el que alimenta el canal de Panamá y garantiza su funcionamiento con las profundidades necesarias para que preste su servicio al transporte marítimo internacional. El parque natural es el pulmón y a la vez la fuente vital de una de las actividades en las que se fundamenta la economía panameña.
La duración de la visita al parque la decide el viajero, se pueden tomar ‘tours’ de un día, pero si lo desea también puede dormir allí, ya sea en ‘camping’ o también en las viviendas de los indígenas, las cuales son de tipo palafítico, en madera.
La jornada de ecoturismo incluye la visita a uno de los tres asentamientos que se encuentran en el parque, allí los visitantes pueden conocer cómo llegaron los embera a esta zona y cuáles son sus costumbres, vestuario y tradiciones. Cada familia presenta las artesanías elaboradas por ellos con los mismos materiales y técnicas que han pasado de generación en generación, luego se reúnen todos en la casa comunal para una muestra de bailes y música en la que se integra a los visitantes. Adicionalmente se ofrece una comida típica con pescado y frutas tropicales.
En manejo de estas visitas, que deben realizarse respetando el entorno, se hace a través de los operadores turísticos autorizados que pueden ser contactados en los hoteles. El costo de la visita es en promedio de unos 100 dólares, y cuenta con el acompañamiento de un guía especializado.
Ciudad de contrastes. En la capital panameña se aprecia el balance perfecto entre la modernidad y lo tradicional, pues entre los imponentes rascacielos de vidrio y acero que albergan a las más selectas firmas bancarias, comerciales y hoteleras del mundo, también hay espacio para edificaciones que se pueden encontrar en cualquier ciudad de América Latina, vibrantes y llenas de color.
Es una ciudad de contrastes en la que se disfruta cada momento de la estadía, ya sea en pareja, en familia o por negocios, hay un plan para cada gusto. A este se suma la amabilidad de los panameños, siempre dispuestos a ayudar a los turistas.
El centro histórico o ‘casco viejo’, como se le conoce, es un imperdible, en medio de sus estrechas calles y plazas coloniales se pude disfrutar del encanto de la historia, tomarse un café o un coctel margarita. Se puede visitar de día o de noche, y la mejor forma de hacerlo es a pie para no perderse de ningún detalle.
Recorrer la Calzada de Amador es otro de los planes que no se pueden dejar por fuera de la agenda, una carretera que se adentra en el océano Pacífico hacia una zona de islas donde se encuentran casinos, restaurantes, marinas, tiendas ‘duty free’ en un ambiente moderno. El paisaje es un verdadero deleite de palmeras, mar de ambos lados y a los lejos la ciudad y su enjambre de edificios de vidrios que brillan bajo el sol.
En esta vía también se encuentra el colorido Biomuseo, cuyo edificio es una obra de arte en sí, con multiplicidad de dimensiones, fue construido por el famoso Frank Ghery como un homenaje a la biodiversidad.
El Canal es el sitio obligado de visita para quienes viajan a Panamá, esta muestra de la ingeniería deja maravillado a quien la ve, la perfecta sincronía de las esclusas que permite la conexión entre los océanos Pacífico y Atlántico es un espectáculo digno de ver. También es interesante el museo que cuenta la historia de esta obra que está estrechamente ligada al desarrollo de Panamá y su relación con Estados Unidos.
La oferta hotelera en la capital de Panamá incluye a las mejores y más reconocidas cadenas internacionales, hoteles de diferentes categorías y tarifas se pueden encontrar. Entre las opciones a elegir se encuentran Best Western Plus Panamá Zen Hotel, Hard Rock Hotel Megapolis, Rui Plaza Panamá, Hilton Panamá City y Wyndham Panamá, entre otros.
El director de ventas de Best Western para Panamá y Suramérica, Víctor Campana, explica que Ciudad de Panamá, no solo recibe visitantes de negocios y corporativos, sino también turistas para quienes la gastronomía y el ambiente de la capital son un gran atractivo.
Desde Colombia, se puede volar en bajo costo con Wingo y VivaColombia, pero también Avianca y Copa Airlines. La más reciente ruta de la Costa Caribe a Ciudad de Panamá la abrió Wingo desde Cartagena desde solo USD173 ida y vuelta con todos los impuestos incluidos.