El actor surcoreano Yoo Ah-in, conocido por sus papeles en 'Burning' o 'Hellbound' ('Rumbo al infierno'), fue condenado hoy martes a un año de prisión por consumo habitual de drogas.
Leer más: Siete razones del estancamiento y hasta retroceso de Junior
La Fiscalía, que pedía para él cuatro años de reclusión, lo acusaba, entre otras cosas, de consumir propofol, un anestésico usado en procedimientos médicos, de manera ilegal en más de 180 ocasiones ente 2020 y 2022.
También sostenía que el intérprete de 38 años compró más de mil pastillas para dormir usando recetas medicas prescritas a otras personas, o que consumió marihuana durante una estancia en EE.UU.
Las leyes sobre estupefacientes en Corea del Sur son draconianas, e incluso castigan su consumo cuando se produce fuera del territorio nacional.