Algunas personas consideran que el chisme es un detonante para las relaciones personales. Lo curioso del caso es que un estudio de las universidades de Maryland y Stanford, en Estados Unidos, explicó que sería una práctica común dentro de la sociedad.
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Esta investigación tuvo como eje central un análisis de la relación entre reputación, interacciones sociales y la comunicación.
Como muestra de esto, por medio de una simulación diseñada para comprender a profundidad cómo surge el chisme en entornos sociales, la investigación determinó que más bien cumple un rol para el crecimiento de las comunidades.
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En medio del estudio se descubrió además que el chisme actúa como mecanismo de control social que al final del día promueve las actitudes colaborativas entre las personas dentro de un grupo.
'Tanto los chismes positivos como los negativos desempeñan un papel crucial en el intercambio de información sobre la reputación de las personas. Por lo tanto, chismear no siempre es malo; puede ser algo positivo', explicó Xinyue Pan, uno de los autores del estudio.
Se cree que esta forma, los miembros de cualquier comunidad tienen una nueva oportunidad de conexión basado en experiencias compartidas que, de cierto modo, pueden ser enriquecedoras para ambas partes.
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