Al tiempo que el semisumergible Titán de la empresa OceanGate era buscado incesantemente por autoridades estadounidenses, canadienses y francesas para dar con su paradero en el mar, el director de cine James Cameron estuvo muy activo en la prensa debido a su cercanía con la tragedia: dirigió la película Titanic y ha hecho múltiples expediciones a conocer los restos del barco.