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Tras sufrir numerosos retrasos y aplazamientos, hacer cambios de guiones y malabares con las cuentas de producción, la industria audiovisual española se blinda contra la covid-19 con exhaustivos protocolos de seguridad. 'No podemos permitirnos un positivo en el equipo', declara a Efe el director Israel González.

'El positivo de un técnico obligaría a poner en cuarentena a una parte del equipo, pero si el contagio se produce entre los actores, la filmación se paralizaría. Habría que esperar a que los contagios se pasaran y volver a poner todo de nuevo en marcha, y eso afecta mucho a nivel económico a la película', explica González, que rueda actualmente la película 'La vida que no es nuestra'.

La Agencia Efe ha conseguido uno de los pocos permisos que se conceden hoy en día para entrar a un plató de filmación. Hace sólo unos meses era algo habitual, común y constante hacer reportajes de rodajes; ahora los sets de grabación se han convertido en una especie de búnkeres y tan solo a unos pocos autorizados se les permite la entrada.

Las productoras invierten miles de euros en equipos de protección individual, en pruebas serológicas y PCR, en personal especializado y en el diseño de acciones concretas para salvaguardar la salud de los trabajadores.

'Llevamos unos tres días rodando y el presupuesto solo en medidas COVID ya es de más de mil euros (más de 1.200 dólares), y todavía nos quedan bastantes días de rodaje', indica a Efe Andrea Golo, directora de producción de la película.