En 1971, John Lennon se mudó a Nueva York para tratar de dejar atrás una vida en la que era el constante centro de atención y en la que la prensa observaba cada uno de sus movimientos. Sus nueve años de residencia en la metrópolis, donde formó una familia y dio rienda suelta a su creatividad, le llevaron a enamorarse de una ciudad que sin embargo le vio morir asesinado hace 40 años.
'Él siempre dijo que Nueva York es la mejor ciudad del mundo', decía hace unas semanas Sean Ono Lennon, el hijo de Yoko Ono y John Lennon, durante un evento en el que el icónico Empire State Building rendía homenaje al músico en el que hubiera sido su 80 cumpleaños. 'Como todo el mundo sabe, Nueva York es una ciudad en la que no tienes que nacer aquí para ser neoyorquino, solo tienes que enamorarte de ella.
Así que mi padre era un neoyorquino de corazón', agregó poco antes de levantar la palanca que iluminó el rascacielos con un símbolo de la paz sobre un fondo azul. Pese a que Lennon nació en la ciudad británica de Liverpool, durante su estancia en la Gran Manzana proclamó a los cuatro vientos su amor por una metrópolis que consideraba su hogar, donde nació su segundo hijo, fruto de su relación con Yoko Ono, y donde sus mensajes de amor y paz se solidificaron.
Estos son los lugares que marcaron su paso por Nueva York: