Con un viaje musical que recuerda al impacto que se vivió en 1995 con La tierra del olvido, Carlos Vives celebra 27 años de carrera musical. ‘Cumbiana’, su catorceavo LP, es una oda al cielo, el agua y la tierra inspirada en la música indígena que evocaba espiritualidad con los patrones de los tambores que existían en el territorio anfibio, al pie del río Magdalena, antes de la llegada de africanos y europeos.
En conversación con EL HERALDO, Carlos Vives señaló que después de haber vivido muy bien de hacer vallenatos y cumbias durante mucho tiempo, es hora de devolverle dignidad al territorio y a la gente que le dio esos ritmos. También, manifestó el samario que la música lo ha enseñado a sentirse orgulloso de lo indígena. 'Eso nunca hacemos, y cuando la música te puede mostrar ese mundo, esa familia, esa gente, te puede llevar a entender cómo eran y a su vez, poder entender que su herencia quedó en la música, en lo que comemos, en lo que recitamos, en las poesías, en los cuentos, en los mitos y en la danza.
'El concepto del disco tiene todo que ver con ese mundo perdido que olvidamos a pesar de que ya grandes profesores hablaron de la cultura que estaba en nuestra música, de tambores que no llegaron de Europa ni de África, de una música que había aquí antes de que ocurriera todo lo que ocurrió. El camino que hemos recorrido cantando vallenato nos ha mostrado la cumbia y esta el universo anfibio y sus hijos, dónde se cruzó con África y dónde está Europa y aquello que los maestros nos hicieron ver. Cuando uno va a Barranquilla o a la Noche del Río, solo con quedarse mirando las cosas que allí pasan, uno sabe cómo el río surte y el entramado anfibio geográfico, humano y cultural es el que te dice en los vallenatos, porros y cumbias aquí estoy yo', explica el artista.