Los cierres de colegios en 13 países para frenar la expansión del coronavirus han perturbado las clases de 290,5 millones de escolares en todo el mundo, una cifra sin precedentes, informó este miércoles la Unesco.
En las últimas dos semanas, trece países han ordenado el cierre de escuelas y otros nueve han impuesto medidas semejantes a escala local para impedir la expansión del COVID-19, señaló en un comunicado la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Si los nueve países con restricciones locales acaban generalizando a nivel nacional las clausuras de centros educativos, otros 180 millones de niños y jóvenes se quedarían sin acceso a la enseñanza.
Hace solo quince días, China era el único país que había cerrado sus colegios por el coronavirus.
La Unesco ha convocado una reunión de emergencia de ministros de Educación el próximo 19 de marzo -que se celebrará a distancia, dijeron a Efe fuentes del organismo- para poner en común las diferentes estrategias nacionales para mantener la enseñanza.
'Estamos trabajando con los países para asegurar la continuidad del aprendizaje para todos, especialmente de los niños y jóvenes desfavorecidos que suelen ser los más golpeados por el cierre de escuelas', dijo la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en el comunicado.
Para la también ex ministra francesa de Cultura, 'la escala global y la velocidad de la actual alteración educativa no tiene paralelo y, si se prolonga, podría amenazar el derecho a la educación'.
La Unesco recuerda que el cierre de colegios, incluso cuando es temporal, 'es problemático por numerosas razones', ya que implica una reducción del tiempo de aprendizaje y puede tener otras repercusiones como efectos perniciosos sobre las familias y el trabajo de los padres.
La organización destaca que está apoyando la implementación de programas de educación a distancia a gran escala y de plataformas que permitan a estudiantes y profesores conectarse desde sus casas.