El tipo está privado de la libertad, condenado por la ley, es un delincuente confeso. Es reconocido por su largo historial de fugas y llega a la prisión más segura de Estados Unidos, Alcatraz. La historia, supuestamente basada en hechos de la vida real, avanza, y conforme a su desarrollo logra que los espectadores se sitúen en la orilla del que rompe la ley, en este caso interpretado por el guionista, actor y director Clint Eastwood.
Como en Fuga de Alcatraz (Escape from Alcatraz 1979), dirigida por Don Siegel, son muchos los filmes que a través de su relato, del desarrollo de los conflictos, logran generar una empatía con el que infringe la ley, con el que va en contra del sistema con o sin razón.
El antihéroe, dice Julio Lara, profesor de cine y jefe de prensa de la Cinemateca del Caribe, es un recurso que en el cine independiente norteamericano figuró mucho en la década de 1970, cuando se produce un relevo generacional en Hollywood.
'Francis Ford Coppola, Martin Scorsese o George Lucas (por ejemplo) al tomar el mando y dominar en el mercado llevan esta figura a sus historias'.
Agrega Lara que el mismo Steven Spielberg en una de sus primeras películas para cine, The Sugarland Express (Loca evasión 1974), presenta a dos personajes que emprenden una larga cruzada en post de recuperar a su hijo, en contra de lo que el sistema y la sociedad les exige.
'Mientras el guionista logre la empatía, el director le de fuerza en la puesta en escena y tengas un actor o actriz con carisma, obviamente una parte del público se sentirá atraído. Es una renuncia del público al deber ser', comenta Lara.
Pero en el mundo del cine hay de todo en materia de fugas. Las hay con historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial (El gran escape 1963), incluso con el astro del fútbol Pelé en compañía de Sylvester Stallone (Escape a la victoria 1981) en las que el principal fin era huir de los nazis.
Las historias de condenas injustas en las que el preso, a punta de golpes, termina derrotando a los más fuertes y logrando su libertad (Condena brutal 1989), arrancaron hasta aplausos en las salas de cine de Barranquilla.
Cintas como Papillon (1973) cuya adaptación protagonizó Rami Malek (2018) o El conde de Montecristo, basada en la novela de Alexandre Dumas se enmarcan también dentro de los clásicos que fueron inspirados en personajes tras las rejas, pero con ideales firmes.
En tiempos de fugas de película llevadas a la vida real, como en el sonado caso de Aída Merlano, presentamos esta lista de 10 filmes de la mano de conocedores del séptimo arte como Julio Lara, Pepe Enciso (director del Cine Club de la Aduana y profesor varios años de cine en la Autónoma) y páginas de Internet especializadas.