El director Ron Howard se le midió a documentar la vida de uno de los más grandes íconos en la historia de la música: Luciano Pavarotti. El filme, que se puede ver por estos días en las salas de Cine Colombia del centro comercial Buenavista, en Barranquilla, 'da una visión íntima' del genio italiano.
'Pavarotti fue un gran ícono de la música y un hombre con una pasión infinita por la vida y la gente. Esta película es una visión íntima de su increíble talento y su inolvidable personalidad', dijo Howard en un video promocional del documental titulado Pavarotti.
Esa óptica particular e 'íntima' a la que se refiere Howard, ganador de cuatro premios Oscar por su cinta Una mente brillante, fue obtenida en gran medida por la colaboración que recibió de familiares y allegados del tenor, como su viuda Nicoletta Mantovani.
Como lo describen varios medios europeos como El País de España, Pavarotti conoció a Nicoletta en la Universidad de Bolonia en la década de los noventa. La joven hacía parte de la logística de un evento en el que participaría el tenor. Los 34 años de diferencia entre los dos poco les interesó y tiempo después unieron sus vidas hasta el fallecimiento del maestro a los 71 años. Durante ese tiempo la pareja debió sufrir el diagnóstico de una esclerosis múltiple de ella, el fallecimiento de su hijo Riccardo, en el vientre, el nacimiento de Alice, su hermana gemela, y un cáncer de páncreas que finalmente acabó con la vida de Pavarotti el 6 de septiembre de 2007.
Ahora, 12 años después, se estrena Pavarotti y Nicoletta Mantovani se debate entre la emoción de dar a conocer las diferentes facetas humanas de su esposo y la nostalgia por revivir 'momentos felices y tristes' al lado del amor de su vida. A través de una llamada telefónica EL HERALDO conversó con Nicoletta, que desde Bolonia habló de la emoción que le genera ver que el documental hoy esté en las salas de cine.