Dicen que en Puerto Rico, cada tarde, cerca de las seis, se escucha el cantar del coquí. 'Esa es la hora de las ranas', recuerda la cantante-compositora colombiana Mónica Giraldo, quien dedicó tantas tardes de su vida en la isla a escribir canciones mientras escuchaba los conciertos orquestados por aquellas ranas.
'Me quedaba oyéndolas y pensando en cómo un presentimiento te podía transportar a lugares maravillosos'. Y de ahí, de esas reflexiones y observaciones musicalizadas por los paisajes sonoros del coquí, nació su canción Llévame contigo, del álbum Muy cerca (2005), una de sus primeras producciones. Es que la música, considera Giraldo, invitada a Barranquijazz, brota de momentos así, siempre cargados de emociones y presentimientos.
'A veces te llega la música con letra, todo unido. A veces solo es una emoción y de ahí surge la melodía', dice Giraldo, dueña de una propuesta musical tan íntima y conectada con lo profundo del repertorio colombiano, como abierta a los sonidos latinoamericanos y las músicas del mundo. Porque esos presentimientos de los que habla Giraldo están guiados por las composiciones de la tradición caribe creadas por Pablo Flórez y su maestra y amiga Totó La Momposina, pero también arropados por el vals peruano de Chabuca Granda, la guajira de salón del cubano Guillermo Portabales y la poesía cantada del uruguayo Alfredo Zitarrosa, por mencionar algunos de los artistas que la han alimentado.
Giraldo es la autora de Muy Cerca (2005), álbum que grabó con el productor Felipe Álvarez (Polen Records); Todo da Vueltas (2008), con Mauricio Pantoja y el sello independiente Codiscos; Que venga la vida (2014), con Polen Records, y Bajo el mismo cielo (2017), coproducido por Giraldo, Mauricio Pantoja y Andrés Peláez. Es una enamorada de lo que cuenta y lo que suena, una caminante de ciudades y de la vida, un 'fruto de la unión de los mundos'.
'Mi carrera empezó con una guitarra y voz, vengo de una tradición familiar en la que se toca y se canta. Esa intimidad la comencé a fusionar con la grandeza de la música del Caribe cuando vi por primera vez a Totó presentar La Candela Viva en un concierto en Bogotá, siendo adolescente, y descubrí a Pablo Flórez, gran compositor de Ciénaga de Oro que utiliza su guitarra y voz para crear un ritmo cadencioso, un paseo sabanero', cuenta Giraldo, que ve en los ritmos de esta región un 'tesoro por disfrutar'. Por eso incluye clásicos como La Aventurera, de Pablo Flórez– que se le parece a cualquier músico de blues del Misisipi–, en su repertorio y como muestra de lo incrustado que está el Caribe en su contenido musical.
'La Aventurera simplemente se metió en mí y después de darle muchos giros sentí que podía tocarla y convertirla en parte de mi repertorio. En esa forma partiendo del respeto y amor por esas músicas honestas y alegres que hablan de la vida cotidiana tan sencilla y artística es que me apoderé de esa gran canción para interpretarla con mi guitarra y mi voz'.