De Barranquilla a NewYork. Ese es el trayecto que Mónica Moreno, su hijo Sebastián Duarte y su sobrino Samuel González hicieron para cumplir un sueño. Los niños barranquilleros vivieron la experiencia de hacer parte del público que acompañó las finales del primer campeonato mundial de Fortnite. Con 9 años de edad, Sebastian y Samuel presenciaron los bailes, disfraces, youtubers invitados y 100 jugadores (en modo individual) que lucharon por el anhelado botín de tres millones de dólares. El evento se llevó a cabo en el estadio de tenis Arthur Ashe y tuvo como vencedor al estadounidense Kyle Giersdorf de 16 años.
Fortnite es un juego de video en el que se libra una batalla entre 100 jugadores. Esta se da en un mapa que se va reduciendo por una tormenta hasta que sobrevive un solo jugador.
El battle royale, como también se le conoce a ese tipo de videojuegos, cuenta con más de 200 millones de usuarios alrededor del mundo, esto lo convierte en uno de los juegos más populares de la industria desde su salida en 2017.
Como Sebastián y Samuel, en Barranquilla existen personas que le dedican horas al videojuego ya sea desde sus celulares, desde sus casas o incluso en tiendas de videojuegos que prestan servicios de consolas.
Estudiantes de colegios, universidades y trabajadores, sin límites de edad pueden pasar sus ratos libres entre 'bailes, disparos y construcción' para ser el número uno de la partida y obtener la victoria.