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'Virgen del Carmen, dame licencia señora, dame licencia', se le escucha a Diomedes Díaz en su clásico Título de amor. El recordado artista guajiro guardó desde niño una conexión especial con esta santa, la cual fue fortaleciéndose con el pasar de los años, mencionándola en otros éxitos como Mi muchacho, Un canto celestial, A mitad de mi vida y Volver a vivir, en este último le promete a su patrona que si lo curaba del síndrome de Guillain Barré, le haría una iglesia en el ‘Valle’.

Su devoción se acrecentaba cada vez que esta lo libraba de las garras de la muerte, como aquel 21 de noviembre de 1994 cuando llegó tarde al Aeropuerto Internacional de Maiquetía ‘Simón Bolívar’ de Caracas (Venezuela) para abordar la avioneta Cessna Piper YV-628P en la que fallecieron su acordeonero Juancho Rois, el bajista Rangel ‘el Maño’ Torres, el técnico de acordeones Eudes Granados y el piloto.

Un accidente del que el ‘Papá de los pollitos’ salió bien librado fue el que ocurrió en octubre de 2012 cuando la camioneta en la que viajaba quedó destrozada al estallársele una de las llantas en la vía que conecta a Valledupar y al corregimiento de Badillo. En esa ocasión se fracturó la séptima costilla izquierda y solo sufrió golpes leves. 'La Virgen del Carmen me protegió y sigo con vida hasta nueva orden, pudo ser una tragedia, pero salí bien librado gracias a mi patrona', le expresó Diomedes en esa ocasión al periodista Juan Rincón Vanegas desde la habitación 401 de la Clínica del Cesar.

'Siempre se encomendaba a ella, él permanecía con un rosario de oro que tenía la imagen de la Virgen del Carmen y también una biblia en cuyo interior permanecía una estampita de su patrona. No había día en que no le orara, al punto que para tenerla más cerca en todas las casas que vivió le mandó a hacer un altar. También tuvo una finca de su propiedad en la vía Patillal que se llamó la Virgen del Carmen y hasta en la entrada de La Junta (su pueblo natal) puso una que le regaló Juancho Rois', contó su amigo y exmánager Joaco Guillén.