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El movimiento #MeToo que explotó a nivel mundial a fines de 2017 inspira varias obras que se exhiben este año en la Feria de Arte de Basilea, la más grande del mundo.

Los visitantes descubren maniquíes inflables con vestidos blancos de airbag creados para proteger a las mujeres del acoso en su lugar de trabajo, y detalles de presuntos delitos sexuales de unas 170 figuras públicas expuestos en cuatro largos muros salpicados de rojo.

Las mujeres artistas se encuentran en el centro de la escena de esta 50ª edición, con sus obras e instalaciones 'in-your-face' que expresan el enojo y la exasperación de las persistentes desigualdades de género y los abusos y acosos condenados por la sociedad.

La española Alicia Framis ha llenado una habitación de delicados maniquíes blancos con vestidos hecho de material de airbag, que se activan para proteger diferentes partes del cuerpo femenino.

La obra titulada Life Dress (vestido de vida) consiste en vestidos para 'proteger a las mujeres en todas las situaciones de trabajo en las que hay algún tipo de abuso', dijo Framis.

Andrea Bowers, artista basada en Los Ángeles, opta directamente por la ira con su gran proyecto de archivos Open Secrets. Consiste en impresiones fotográficas con fondo en rojo, cada una mencionando el nombre y el oficio de la figura pública acusada de acoso sexual o abuso, su respuesta pública a las acusaciones y detalles del caso.