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Unas 20.000 personas se congregaron este jueves en Los Ángeles para dar el último adiós al rapero asesinado Nipsey Hussle.

La mayoría de los asistentes a este servicio ecuménico en el Staples Center --donde hace 10 años se realizó el funeral de Michael Jackson-- eran negros o latinos, muchos con camisetas con el rostro del artista de 33 años, asesinado a tiros el 31 de marzo.

Los organizadores de esta 'fiesta a la vida' ofrecieron 21.000 boletos gratuitos para el evento, que se agotaron en cuestión de minutos en internet.

Otras decenas de miles de personas seguían el funeral por redes sociales y canales de televisión.

El acto comenzó con canciones de su álbum 'Victory Lap', por el que fue nominado a los premios Grammy de este año, seguido por un video con fotografías de la vida del cantante acompañadas por el tema 'My Way' de Frank Sinatra.

Líderes religiosos, familiares, incluida su madre, amigos y otros cantantes participaron en el servicio que arrancó pasadas las 11h00 locales (18h00 GMT) y que seguirá con una procesión hasta el humilde barrio de Crenshaw, donde Hussle creció y era conocido por su trabajo comunitario.

'Mientras la mayoría de la gente solo ve en el barrio de Crenshaw [sur de Los Ángeles], donde creció, bandas, balas y desesperación, Nipsey vio potencial, vio esperanza', dijo el expresidente Barack Obama (2009-2017) en una carta leída en el servicio.

'No conocí a Nipsey, pero descubrí su música a través de mis hijas', siguió el exmandatario. 'Fue un ejemplo a seguir para los jóvenes'.

Hussle, nacido Ermias Asghedom, era elogiado por haber dejado atrás su pasado de pandillero para convertirse en un rapero exitoso y por luchar por los residentes negros y latinos de su vecindario.

Eric Holder, de 29 años, fue acusado de disparar a Nussle el 31 de marzo. Identificado a través de grabaciones de video, Holder se declaró inocente.

Según la policía, ambos mantenían una disputa personal, que hasta ahora no se relacionó con las pandillas locales.