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El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, fallecido ayer a los 77 años, se dio a conocer con Novecento (1976), un recorrido por la historia de la lucha de clases en Italia convertido en un clásico, y con el escándalo mundial que provocó El último tango en París (1972).

Atraído por la investigación pero también por las relaciones de los individuos con la historia, es uno de los pocos cineastas italianos en haber desarrollado una parte de su carrera en el extranjero.

En El último tango en París, Marlon Brando, entonces verdadera leyenda viva, interpreta uno de sus últimos grandes papeles. Pero una escena de sodomía considerada atrevida en el momento provocó la prohibición de la película en Italia.

Según contó Bertolucci después, la joven actriz Maria Schneider, que entonces tenía 19 años, se había visto profundamente afectada por la escena que simulaba sodomía, ya que no había sido plenamente informada antes del rodaje del contenido, sobre todo el famoso momento en que se usa mantequilla.

París fue también el escenario de su última película Los soñadores (2003).