El artista urbano británico Banksy se halla sin quererlo en el centro de un enredo en Bélgica, donde la justicia incautó 58 de sus obras por falta de un seguro, descubierta tardíamente por un expositor de Bruselas.
El caso es complejo. La exposición Banksy Unauthorized, abierta a principios de noviembre de 2018 en un espacio dedicado al arte urbano y gestionado por la asociación Strokar, se organizó como su nombre indica sin la autorización del arista nacido en Bristol. Según Stanislas Eskenazi, abogado del expositor, las 58 obras de la muestra, que ya pasó por otras ciudades europeas como Berlín, están valoradas en 15 millones de euros. La exposición está compuesta por pinturas, fotos o serigrafías procedentes en su gran mayoría de colecciones privadas y reunidas por Steve Lazarides, ex agente de Banksy con quien este último rompió en 2009.
La empresa alemana On Entertainment, actuando como una especie de intermediario, contactó con Strokar para exponer en la capital belga. La firma aseguró tener los derechos y las autorizaciones para mostrar estas obras.
La justicia belga debe esclarecer ahora estos puntos en los próximos meses, en un procedimiento que opone Steve Lazarides y su compañía Lazinc a On Entertainment. Según Eskenazi, la compañía alemana no quiso producir los contratos de seguros de las obras cuando Strokar se lo pidió y la exposición ya estaba en marcha. 'Dijeron: —Es nuestro problema, no el vuestro—', afirma el abogado. Ante eventuales problemas en caso de robo o degradaciones, la asociación llevó el caso ante el tribunal de Comercio de Bruselas, puso bajo custodia las obras. Las obras en cuestión 'parecen estar expuestas sin el acuerdo de los legítimos titulares de derechos sobre ellas' y no estar aseguradas, aseguró el tribunal.