Su éxito es planetario: idolatrados por un ejército de fans, portada de la revista Time y oradores ante la ONU, los BTS, fenómeno del pop surcoreano, actúan nuevamente hoy en un concierto en París que ya tiene entradas agotadas.
Apenas unos minutos hicieron falta para vender las 40.000 entradas disponibles para sus dos actuaciones (ayer y hoy) en el estadio del AccorHotels Arena, un hito habitualmente reservado a los pesos pesados anglosajones como los Stones, McCartney, Bruce Springsteen o Beyoncé.
Pero al éxito ya se han acostumbrado los siete jóvenes varones de BTS, banda que en mayo se convirtió en el primer grupo del boyante K-pop (pop surcoreano) en liderar el Billboard, la clasificación semanal de mejores ventas de álbumes en Estados Unidos, con Love Yourself: Tear.
Suga, J-Hope, Rap Monster, Jimin, V, Jungkook y Jin, todos ellos de entre 21 y 25 años, fueron el principal tema de debate en Twitter en 2017, con el doble de menciones que Donald Trump y Justin Bieber juntos.
'Su éxito estadounidense es revelador, son la rareza que todo el mundo quiere ver', afirma.
Creada en 2013, BTS, como todas las 'boys-bands' surcoreanas, se apoya en un concepto. En coreano, BTS significa —a prueba de balas—. La idea es que el grupo va contra los clichés, dice las cosas tal y como son, algo inusual en el K-pop.