El cáncer de pulmón es la enfermedad neoplásica más mortal en América Latina con una repercusión directa en lo humano, social y económico. Según un estudio realizado por la Unidad de Inteligencia de The Economist, (EIU por sus siglas en inglés) titulado Cáncer de pulmón en América Latina: es hora de mirar hacia otro lado, esta enfermedad ocasiona 60.000 muertes al año en países como: Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Costa Rica, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Colombia; y su costo anual asciende a 1.600 millones de dólares.
Los hallazgos de los investigadores fueron presentados en el marco del evento War con Cáncer Latam 2018, organizado por The Economist Group y Roche en Bogotá, con el fin de analizar los retos que afrontan los sistemas de salud en la lucha contra esta enfermedad, buscando eliminar las barreras que enfrentan los pacientes para el acceso a una atención de calidad.
Martin Koehring, investigador del estudio y editor jefe de Salud, Liderazgo de Reflexión, de The Economist, explicó que el acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón se dificulta porque ciertos países no cuentan con evidencia actualizada para tratar esta enfermedad.
'Para hacer esta investigación trabajamos con una junta asesora con la que creamos un sistema de semáforos. Con estos determinamos que existían áreas prioritarias que hay que abordar de forma urgente en los países. Entre estas, el control del tabaco, el acceso a la atención en salud y un diagnóstico precoz. También encontramos otras áreas importantes como: el tratamiento, servicios no curativos, prevención no relacionada al tabaco, información y apoyo a la causa, y una calidad de datos certera y eficientes', informó.
Estigma
Según los resultados del estudio, una de las causas que demuestra la atención insuficiente a los pacientes que padecen este tipo de cáncer es una estigmatización generalizada que los responsabiliza de la enfermedad.
Los expertos señalan que el 36% de los casos de cáncer de pulmón no están ligados al tabaco y se deben a causas como: la contaminación del aire interior y exterior, la emisión de gas radón doméstico y la presencia de arsénico en el agua.
Para Ricardo Pérez, director general del Centro de Investigaciones para Sistemas de Salud de México, en algunos estudios se tiende a responsabilizar a la persona que fuma de padecer el cáncer, lo cual es incorrecto.
'Fumar es una adicción y es una enfermedad que se debe tratar y no hay una oferta amplia para hacerlo. Digo que es un estigma porque el cáncer de pulmón recibe menos esfuerzos y atención que otros tipos de cáncer. En países como el mío hay corrientes que se oponen a que el cáncer de pulmón sea financiado. Es un constructo social, no estoy seguro que sea del médico al paciente, pero si de la sociedad y de los trabajadores del sistema de salud'.
Una encuesta realizada en el país en el 2014 mostró que el 75% de la población considera que las personas con cáncer de pulmón son culpables por fumar y el 70% de los pacientes creen que no reciben la atención debida.
Diagnóstico tardío
Esta realidad en los sistemas de salud disminuye la posibilidad de supervivencia a largo plazo. Muchos de estos diagnósticos se dan en estados avanzados, por lo cual es imperante, según los médicos e investigadores que participaron del War con Cancer mejorar los conocimientos sobre la enfermedad para que los pacientes reciban atención primaria que ayude a la detección temprana.
El diagnóstico en Colombia se da en estadios avanzados llegando a darse en la fase tres o cuatro, mientras que en Estados Unidos la media de pacientes inicia sus tratamientos a los 16 días después del diagnóstico.
En Colombia se inicia en promedio a los 48 días. Esto, según los estudios, va de la mano con la baja disponibilidad de oncólogos y equipos.