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Virgil Abloh y Kanye West se abrazaron y lloraron de emoción anoche en París, en el primer desfile del primero como director artístico de Louis Vuitton hombre, convertido en una oda a la diversidad.

Una galaxia de estrellas asistió al pase en los elegantes jardines del Palacio Real: Rihanna, el rapero ASAP Rocky, pero también Kim Kardashian —que no había sido vista en público en París desde el robo que sufrió en la capital francesa a fines de 2016— y su esposo Kanye West, con quien el diseñador estadounidense trabajó como consejero artístico.

Abloh, de 38 años y al frente desde 2013 de su propia marca Off-White, se dirigió directamente al rapero, a quien considera su mentor, al término del desfile. Ambos se abrazaron largo y tendido, con lágrimas en los ojos.

En la pasarela con los colores del arco iris, las primeras siluetas —modelos negros— desfilaron completamente de blanco. El color fue llegando progresivamente, sin sobresaltos, hasta imponerse decididamente en una paleta caleidoscópica inspirada en el universo del Mago de Oz.

El estilo hip hop y callejero que caracteriza al diseñador se hizo sentir: pantalones anchos, camisetas transparentes que se llevan con cadenas alrededor del cuello, parkas XXL... Pero el emblemático logo de Louis Vuitton renunció a ser extremadamente visible para tener una presencia discreta, pese a que Abloh suele priorizar la identidad visual de la marca Off-White.

Así, el ‘LV’ apareció de forma puntuada, tono sobre tono, en un traje o en los bolsos.

'Rebélense contra lo que es formal y encorsetado', exhortó Abloh, quien en vez de seguir la clásica trayectoria de una escuela de moda, se diplomó en ingeniería y arquitectura en Estados Unidos. 'Ustedes también lo pueden lograr', dijo el diseñador en Instagram, dirigiéndose a sus 2,3 millones de seguidores, en su mayoría millennials.

Este diseñador nacido de padres ghaneses, publicó además un mapamundi indicando los lugares en los que nacieron los modelos de su desfile, así como sus padres. Una diversidad 'esencial' para el pase, que Abloh vinculó con el 'ADN viajero' de la firma.