Los propietarios de la explotación vinícola francesa Olivier Leflaive se frotan las manos. Desde que su vino blanco de Borgoña fue servido en la boda del príncipe Enrique y la exactriz estadounidense Meghan Markle, sus ventas se han disparado.
Desde el multitudinario acontecimiento, las ventas del Borgoña Sétilles 'aumentaron en los mercados internacionales', especialmente por las ventas británicas, dijo el viernes a la AFP Bastien Gautheron, director comercial de Olivier Leflaive, que produce esta denominación regional escogida para el banquete real.
El diario británico Sunday Times reveló que este vino blanco elaborado en Puligny-Montrachet, en el este de Francia, figuraba en el menú de la boda real celebrada el 19 de mayo.
Por el momento, la empresa dice no poder contabilizar este aumento, pero según el vendedor de vinos británico Lay & Wheeler se habrían vendido, según el diario británico, 780 botellas en menos de dos horas después de que se revelara que formaba parte del menú real. Según esta fuente, se habrían podido vender hasta cuatro veces más de botellas si hubiera habido suficientes reservas.
'¡Estamos orgullosos de formar parte de este día tan especial! Felicidades a Meghan & Enrique', se congratuló el productor vinícola en su página Facebook, invitando a la pareja principesca a visitar la explotación.
Entretanto, los turistas que visitan la bodega no dejan pasar la ocasión de comprar alguna botella de Sétilles 'por curiosidad', según Gautheron. 'Hay un interés especial de los británicos pero hay un entusiasmo internacional'.
El Sétilles es más bien un vino de gama media, comercializado a partir de 17,80 euros en la página web del productor.