En las últimas horas del domingo la mayoría de personas recuerda que están a punto de retomar una semana laboral y académica. El lunes es el día odiado por muchos porque con su llegada termina un fin de semana que algunos aprovecharon para pasar tiempo de calidad con su familia, pareja o amigos y otros invirtieron en viajar o descansar.
Cuando pasa esto, la pereza y desánimo, en muchos casos, impide el buen rendimiento en el entorno laboral y escolar para estas personas. Lina Castelblanco es la directora regional de la empresa de servicios temporales Summar Productividad, ella desde su rol de jefe ha identificado que a los empleados no les gusta este día porque vienen de un proceso de 'reintegración familiar', en el que presentaron una estabilidad emocional en cuanto a las relaciones humanas.
'El viernes se evidencia un cambio de ánimo en el temperamento y comportamiento de los empleados. Esto termina junto al fin de semana al dejar las actividades personales', comentó Castelblanco que al saber que este día genera un impacto de carácter personal y laboral en sus empleados 'con la mayor energía' los estimula para que realicen sus funciones adecuadamente.
Y es que algunas personas acostumbran a su reloj biológico a dormir tarde los viernes, sábados y domingos por ver una película, cenar en un restaurante o irse de rumba con los amigos, y cuando llega el día en el que para muchos 'la rutina vuelve', es difícil readaptarse a su horario habitual. La Universidad de Flinders, en Australia, reveló en un estudio que dormir horas extras los fines de semana altera el reloj biológico por 45 minutos.
Esto también pasa porque en el fin de semana la comida, vestimenta y entorno es distinto para las personas que descansan , y 'romper con este ciclo implica que se cree cierta inconformidad y malestar en el ser humano, que nació para ser libre y durante la semana está sometido a horarios y presiones', comentó Mabel Lugo, coaching motivacional.
Según varias asociaciones médicas el día en el que una persona pesa más y tiene mayor talla corporal gracias a los excesos es el lunes, en el que también se registra la presión arterial más alta, una de las instancias que argumenta este hecho es American Journal of Preventive Medicine, que sostiene en uno de sus artículos que el lunes es el día en el que una persona es más proclive a sufrir un ataque cardíaco.
Cristian Espinosa es uno de los tantos universitarios que odia los lunes porque es el recordatorio 'del regreso a la rutina, también es la primera madrugada y trancón en bus (…) es insoportable la mañana, yo solo quiero regresar a dormir'.
Por otro lado, para Darlis Oñoro, coordinadora de la sucursal Costa de Proservis Temporales y madre de una niña de dos años, se manifiesta la apatía del día lunes porque se 'abandona' a los familiares a causa del trabajo. 'Si se es padre es aún más difícil dejar el soñado descanso'.
El sociólogo Jairo Solano mencionó que 'hay una valoración negativa de lo que es el trabajo y un criterio de la explotación de la fuerza en este'. Para él, estas consideraciones surgen en el panorama emocional de la gente.
Solano también ratificó que el tiempo de descanso fue una 'conquista laboral de la humanidad' porque el trabajo siempre ha sido un tema de discusión y conflicto en cuanto al cansancio.
'Algunas personas piensan que solo trabajan para que les paguen y que no existe una remuneración adecuada para ellos. Cuando esto se relaciona con el descanso, la gente rechaza emotivamente el tener que volver a trabajar porque en el fin de semana se viven los momentos de tranquilidad, de ocio y pereza', mencionó el sociólogo.
¿Qué se debe hacer?
Según Mabel Lugo, lo primero que se debe hacer para acabar con el malestar que se presenta los lunes es identificar el sentimiento con preguntas como: '¿Por qué los lunes son tan tediosos para mí?, ¿Por qué me está sucediendo esto?, ¿Cómo me siento en mi trabajo?, ¿Cómo puedo mejorar? ¿Hay alguna posibilidad de cambio en mi trabajo?, entre otras', con el fin de descubrir el origen de ese pensamiento 'triste'.
Luego de esto, es importante que las personas acepten que se están sintiendo con angustia, aburrimiento o desgane para así cambiar el panorama. 'Cuando se asume el sentimiento, las personas deben reflexionar sobre qué ilusión tienen de esa semana e incluso realizar algo cada lunes para ser felices', expresó Lugo.
Si el malestar se vuelve constante la experta en coaching motivacional recomendó modificar los quehaceres del trabajo que causa aburrimiento, porque cuando una persona está entusiasmada con su trabajo o sus estudios 'la idea de retomarlos le causa felicidad, si pasa lo contrario, es fundamental que se tengan nuevos propósitos para disfrutarlo'.
Por otro lado, Jairo Solano explicó que si el fin de semana para los niños ha sido placentero y tienen la obligación de regresar a un 'régimen de autoridad' que es el colegio, empiezan a tener cierto rechazo que se supera con la posición de los papás frente al hecho.
'Los padres deben acostumbrar a sus hijos desde pequeños a evitar las rutinas que pueden causarle depresión o angustia en el futuro. Pueden hacer que su semana sea diferente llevándolos a un parque o a un lugar del que gocen', dijo Lugo.
Ir al gimnasio, cocinar, leer un libro y ver una película después de las labores diarias son algunos planes que permiten crear un nuevo panorama con el que las personas pueden disfrutar del resto de la semana.
Los expertos también mencionaron que para empezar la semana con motivación es necesario dormir en un ambiente placentero el domingo, evitando el trasnocho y, al despertar el lunes, plantearse afirmaciones que inviten a tener un buen día e incluso poner música enérgica.
'Tenemos la opción de elegir si seguir con ese pensamiento o actitud que se apodera de nuestra energía u olvidarnos', finalizó Lugo.