Con un pequeño tronco delgado llamado warrara en la mano, como símbolo de autoridad y de reconciliación, el pütchipü’üi o palabrero wayuu José Vicente Cotes logra conectarse con la madre tierra para no desvariar y lograr el arreglo de cualquier conflicto o problema.
Mientras dibuja círculos en la arena con esta, va explicando cómo es su labor dentro de la comunidad indígena El Pasito, que está a diez minutos del casco urbano de Riohacha.
'Así es que me concentro para poder usar las palabras precisas y convencer a cualquier persona por muy brava que esté para que vuelva la armonía y la paz, porque la pelea es mala', dice el wayuu.
Él es la autoridad tradicional y 'el vehículo de la palabra', encargado de mediar y conciliar conflictos en su comunidad y además uno de los actores principales de la nueva película del director Ciro Guerra Pájaros de Verano grabada en diferentes escenarios de La Guajira.
Su labor pacifista fue llevada a la pantalla en este filme, cuya temática se traslada a los años 70 en plena bonanza marimbera y en la que le da vida a Peregrino.
El papel que hace es el de su vida, porque como tío materno de uno de los protagonistas, le corresponde ofrecer la dote por una hermosa wayuu perteneciente a una distinguida familia de esta región.
Dice que no puede adelantar mucho sobre la película porque apenas la van a estrenar. 'Lo que puedo comentarles por encimita es que mi sobrino se junta con los alijunas (personas no wayuu) y se mete en el negocio malo', explica Cotes, de 70 años de edad, y quien al momento de la entrevista con EL HERALDO no había podido ver el tráiler que se divulgó por los medios de comunicación, porque 'cuando me llamaron estaba en el monte'.
'En el filme me piden un jurgo de plata por la muchacha, pero no teníamos nada, eso sale muy caro, sin embargo, mi sobrino me sorprende y llega como con 400 chivos y 30 mulas para ofrecer después de juntarse con esa gente', explica.
En su ranchería participaron muchas más personas, no solo como actores naturales, sino como asistentes de producción, ayudantes y extras.
Pájaros de Verano también cuenta con la participación de la productora Cristina Gallego y se estrenará internacionalmente en el segundo semestre del año. Una de las características especiales de esta película es que se habla en wayuunaiki, la lengua oficial de La Guajira, por lo que se convierte en la primera cinta nacional que se filma en esta lengua.
La película cuenta la historia de una familia wayuu que se involucra en el negocio de vender marihuana y de acuerdo a sus productores, 'cuando choca la codicia, la pasión y el honor, estalla una guerra fratricida que pondrá en peligro sus vidas, su cultura y sus tradiciones ancestrales'.
Este no es el primer papel. José Vicente Cotes, autoridad tradicional de El Pasito, que pertenece al resguardo de la Alta y Media Guajira, es el eje de esta comunidad de 168 hectáreas donde habitan 68 familias.
Sin embargo, esta no es su única labor, porque desde el 2002, cuando se lanzó el libro La disputa y la palabra del antropólogo wayuu Weildler Guerra Curvelo, se metió en el cuento de la actuación.
'Cuando lanzaron ese libro serví de palabrero y luego comencé a hacer teatro', afirma.
Fue en el grupo de teatro Corporación Cultural Jayeechi, donde comenzó en firme lo que ya se ha convertido en una carrera actoral. Allí llegó por medio de varios de sus cinco hijos, quienes tomaban clases de teatro.
También tuvo una breve participación en la película de John Bolívar El último palabrero, grabada en esta región.
'Fue a través de Jayeechi que me buscaron para la película de Ciro y un día llegó un pelao alijuna a la ranchería para que hiciéramos un casting', explica José Vicente.
Agrega que le pidieron improvisar algo y como ya ha aprendido bastante en el grupo de teatro, lo escogieron. 'Actuar es como reflejar la realidad en el rostro y el cuerpo', anota.
Fue un mes de ensayo y tres grabando las escenas de Pájaros de Verano en la comunidad de Buenavista, en el municipio de Manaure y en Riohacha.
'La película termina con la parranda final en el barrio José Antonio Galán', indica el palabrero.
Cotes también tiene sus chivos y es sabedor cultural en la escuela de su comunidad. Igualmente es solicitado en numerosas oportunidades por la Policía, el Ejército, la Curia y la Universidad de La Guajira, para hablar de los palabreros, de la autoridad tradicional, de las tradiciones wayuu y del papel que estas tienen al interior de la etnia.
Enrique Berbeo, el director de Jayeechi asegura que el señor José Vicente Cotes es un gran ejemplo para la juventud y para cualquier actor de teatro. 'Él tiene una gran energía y un gran sentido de responsabilidad como ningún otro, además nos aporta su experiencia y conocimiento', explica.
Agrega que a pesar de que aprendió las técnicas de actuación, 'lo que le permite ser un gran actor es su esencia, su espiritualidad y su naturalidad, además que parece que nunca se cansa'.
José Vicente actualmente hace parte de la obra Nauunu Los enemigos de la nación wayuu, que resultó ganadora de la convocatoria internacional Ibsen-Adwards, en Noruega, uno de los premios de teatro de mayor prestigio del mundo, la cual será estrenada el próximo 28 de abril en el Centro Cultural de Riohacha.
Después de esto irá a París, donde se presentará Pájaros de Verano en un festival y posteriormente regresará a su ranchería, donde seguirá luchando para mejorar las condiciones de vida de las familias wayuu que la componen.
'Si me llaman otra vez para actuar, yo voy pa las que sea', afirma este palabrero wayuu, que se enorgullece de su cultura y agrega que 'nosotros los wayuu somos trabajadores y también tenemos dignidad, hasta después de muertos'.