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La rivalidad musical entre Emiliano Zuleta Baquero y Lorenzo Miguel Morales, dos grandes exponentes del folclor vallenato, nació en 1938, en la pequeña población de Guacoche, al norte de Valledupar. Allí se conocieron los juglares, en medio de una parranda, donde Morales era el centro de atención animando la fiesta con su acordeón ‘tornillo ’e máquina’, hasta que llegó Zuleta, quien pidió prestado el instrumento e interpretó dos canciones con gran aceptación por parte de los asistentes, lo que causó molestia a Lorenzo.

Julio Oñate Martínez, compositor y estudioso del folclor, contó a EL HERALDO que aquello se dio sin premeditación alguna. 'Los músicos se desplazaban de un lugar a otro con el ánimo de mostrar sus aptitudes y cantos, y siempre encontraban un ‘gallo’ que también cantaba, y cada uno trataba de mantener su jerarquía'.

'Emiliano vivía en La Jagua del Pilar (La Guajira) y se dirigió a Valledupar en compañía de dos amigos, con el fin de comprar un acordeón. Caía la tarde y al pasar por Guacoche escucharon un repiqueteo de caja en la distancia y con la natural curiosidad se acercaron hasta donde estaba el tropel. En la sala de una modesta vivienda un grupo de entusiastas bebedores parrandeaba con el acordeón de Morales, que llamó poderosamente la atención del Zuleta', explicó.

'Cuando Emiliano terminó de tocar le dieron el primer trago a él, se estilaba en la época que cuando había una parranda en la provincia, el primer trago era para el acordeonero, segundo para el cajero y tercero para el guacharaquero, así estuviera el más rico del pueblo o el alcalde, era a los músicos en ese orden a quienes se les brindaba el primer trago, entonces Morales se disgustó porque él era el dueño de la parranda, y le dieron el trago de la tanda al forastero; le quitó el acordeón a Emiliano y lo botó de donde estaba; Zuleta se fue disgustado y empezó la cosa', relató Oñate.

'En adelante, cada vez que Emiliano parrandeaba en su región siempre improvisaba versos hirientes contra Morales. Los viajeros que los escuchaban se encargaban de contárselo a Lorenzo Miguel, quien, de igual forma, le enviaba con los lleva y trae, versos de alto calibre', afirmó.

Señaló que 'en cualquier momento Lorenzo llega a Urumita a hacer unas diligencias personales, allí estaba parrandeando Emiliano, entonces se volvieron a encontrar en la noche y como Zuleta estaba borracho, Morales le pega una ‘zulimba’ con su acordeón, lo volvió fleco; a Emiliano lo acostaron, Morales al día siguiente se levantó temprano, como lo tenía planeado y se fue; así nació La gota fría, la célebre canción de Emiliano Zuleta, que tomó importancia mundial con la interpretación de Carlos Vives', sostuvo Oñate de la canción que en este 2018 cumple 80 años de haber sido compuesta.

Hay que precisar que Guillermo Buitrago, en 1940, grabó por primera vez La gota fría en estudio. Curiosamente le cambió el nombre original y la tituló Qué criterio. Sobre la fecha exacta en la que Zuleta la compuso, Julio Oñate comentó que es muy difícil tenerla. Lo que sí se sabe es que sucedió en el 38.

Acordate Moralito de aquel día

que estuviste en Urumita y no quisiste

hacer parada; te fuiste de mañanita

sería de la misma rabia….

Oñate señala que el suceso dio origen a la piqueria más larga de la historia del vallenato.