Martha Rico*, de 73 años, aún debe cuidar de sus hijos adultos en lugar de 'disfrutar tranquilamente' su vejez. Cuando creyó que su misión de crianza había concluido, uno a uno de sus retoños se fueron devolviendo a casa.
Su hijo Sebastián*, de 25 años, es 'un rumbero empedernido' que regresó de Inglaterra porque, según sus padres, 'no le gustaba el frío' y quería volver con una exnovia con quien se dejó meses después de haberse ido.
Por otra parte, su hija Andrea, de 30 años, se divorció de su esposo y volvió al nido con dos pequeños nietos para Martha. Mientras que Jerónimo, de 32, está desempleado, en ocasiones hace trabajos por proyectos o lo contratan como freelance. No tiene relaciones estables ni duraderas, 'ni tampoco la intención de buscar su independencia'.
Martha asegura sentirse cada día más agotada, pues no solo es desgastante para ella y su esposo mantener un hogar numeroso, sino que además lleva a cuestas el peso de los fracasos de sus hijos que viven una transición inconclusa entre la adolescencia y la adultez.
Mucho es lo que se ha hablado de los despreocupados, fanáticos de la tecnología y ampliamente estudiados millennials, cuyos nacimientos se dieron entre 1982 y 1999.
A pesar de ser sociales, nativos digitales, con buen nivel académico, ganas de viajar, divertirse y vivir la vida, se les conoce también como la generación Peter Pan; reciben ese nombre porque así como el protagonista de la película de Disney amaba ‘El País de Nunca Jamás’, así a los millennials les encanta el ‘hotel mamá’.
'Trabajo en un call center porque hablo inglés y francés. Con ese dinero me organizo y ahorro para viajar. Quisiera independizarme, pero hacerlo es muy costoso', dijo Mariana Salinas, de 26 años.
Un estudio realizado por el Pew Research Center reveló que los adultos permanecen más tiempo en los hogares de sus padres.
'En el 2016, el 15% de los millennials de 25 a 35 años de edad vivía en la casa de sus padres. Esto es 5 puntos porcentuales más alto que la Generación X, que vivió en la casa de sus padres en 2000 cuando tenían la misma edad (10%) y casi el doble de la Generación Silenciosa, que vivía en su hogar en 1964 (8% )', cita el estudio.
Según expertos, a algunos millennials les cuesta adoptar patrones de conducta y responsabilidades de adultos.
Para la psicóloga Lorena Duarte, adscrita a la clínica La Misericordia, muchos le temen a enfrentar sus propios retos, por miedo a fallar y a equivocarse, lo cual implica una frustración para esta generación que está en la 'zona de confort'.
Sin embargo, existen factores atenuantes como lo son 'la crisis económica, la dificultad para conseguir empleos bien remunerados y la baja de los salarios. Es importante resaltar que para el 2025 los millennials representarán el 75% de la fuerza laboral del mundo, de acuerdo al estudio Global Generations', señaló la economista Gladys González.
No obstante, una de las particularidades de la también llamada generación Peter Pan está orientada a esquivar ciertas responsabilidades, sobre todo cuando se trata de tomar las riendas de su vida y formar una familia, agregó Ismael Llanos, psicólogo clínico.
'No me quiero casar, tener hijos, ni quiero relaciones serias. En este momento no es para mí una prioridad', contó María González, de 31 años, que por ahora no tiene pensado abandonar el nido.
*Nombre cambiado a petición de la entrevistada.