Las críticas a la tribuna en defensa de la 'libertad de importunar' de los hombres, firmada entre otras mujeres por la actriz Catherine Deneuve, llovieron ayer en Francia, desde el gobierno hasta las redes sociales.
Hay elementos 'profundamente chocantes, incluso falsos' en esta tribuna publicada la víspera en el diario Le Monde, dijo la secretaria de Estado para la Igualdad, Marlene Schiappa, juzgando 'peligroso' que se minimizaran en el texto las agresiones sexuales.
'La violación es un crimen. Pero cortejar de forma insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista', escribieron un centenar de intérpretes, escritoras, investigadoras y periodistas.
Aseguraron defender 'una libertad de importunar, indispensable a la libertad sexual' y denunciaron un regreso del 'puritanismo', surgido según ellas tras la ola de acusaciones contra el productor estadounidense Harvey Weinstein.
En el extranjero esta postura también fue largamente comentada y denunciada. 'Deneuve y otras mujeres francesas explican al mundo cómo la interiorización de su misoginia les ha lobotomizado hasta un punto de no retorno', tuiteó la actriz italiana Asia Argento, que fue una de las primeras en acusar de agresión sexual a Harvey Weinstein.
La exministra francesa de Derechos de las Mujeres Laurence Rossignol calificó por su lado la tribuna de 'bofetada contra todas las mujeres que denuncian la depredación sexual'.
Una contratribuna publicada por un grupo de feministas denunció por su parte el 'desprecio' a las víctimas de violencia sexual.
'Cada vez que se avanza hacia la igualdad, aunque sea medio milímetro, hay almas buenas que nos advierten inmediatamente de que podríamos caer en el exceso', afirmaron estas mujeres firmantes de un texto publicado en el sitio francetvinfo.
Para estas firmantes, las mujeres que rubricaron la primera tribuna 'mezclan deliberadamente una relación de seducción basada en el respeto y el placer, con la violencia'.