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La cantante estadounidense Katy Perry obtuvo de la justicia el derecho a comprar un antiguo convento católico de Los Angeles, también codiciado por una empresaria que quería convertirlo en un hotel de lujo.

El juez otorgó 1,57 millones de dólares a Katy Perry y 3,47 millones a la Arquidiócesis para cubrir los gastos de abogados, montos considerados exagerados por la defensa de la empresaria, Dana Hollister.

La cantante de 32 años había pagado 10 millones por el antiguo convento, más 4,5 millones para construir un nuevo lugar de oraciones.

La Arquidiócesis le vendió el bien, actualmente vacío, pero dos monjas habían llegado a un acuerdo con Dana Hollister, propietaria de varios restaurantes en Los Angeles.

El viernes, tras una jornada de deliberación, el jurado estimó que Dana Hollister había interferido en la venta a Katy Perry, sobre todo al afirmar equivocadamente que ya poseía el título de propiedad del convento.

Ya el año pasado un juez había invalidado la venta a Hollister, quien tenía el proyecto de convertir el antiguo convento en un hotel de lujo.

En diciembre tendrá lugar un nuevo proceso para decidir eventuales perjuicios e indemnizaciones a Perry.