Empezó como un proyecto de vida cuando tenía ocho años, luego se convirtió en su pasión y posteriormente en su sueño más grande. El baile ha marcado el crecimiento de Clemencia Vargas y su fundación Vive Bailando.
'Vive Bailando es un emprendimiento social donde se usa el baile como transformación positiva en los jóvenes', cuenta Clemencia, directora ejecutiva de Vive Bailando, en diálogo con EL HERALDO.
La idea de esta fundación, explica, no es formar bailarines, es crear un impacto a nivel personal y comunitario. Es por ello que en alianza con Coca-Cola Femsa buscan en Barranquilla llegar a las comunidades de los barrios Las Nieves y Trupillos, los vecinos de la planta.
A través de diferentes géneros musicales las 46 personas que integran el equipo nacional de la fundación buscan evidenciarle a los jóvenes los riesgos sociales que amenazan los derechos fundamentales, fortaleciendo el liderazgo, la convivencia, la comunicación, el desarrollo personal, el cuidado del cuerpo, empoderamiento y principios y valores.
Además de los proyectos dirigidos a jóvenes en seis ciudades del país (Mosquera, Soacha, Buenaventura, Cali, Cartagena y Barranquilla), cuentan con una academia para atender a los adolescentes de estrato 4,5 y 6 y con el pago de esas clases financiar las otras.
'Dentro de nuestros programas a largo plazo tenemos incentivos. Los vinculamos con universidades, Senas y demás proyectos', afirma Clemencia, hija de Germán Vargas Lleras.
Para ella el baile en Vive Bailando 'es una herramienta de empoderamiento y reconocimiento' brindando 'oportunidades que motivan' a los jóvenes.
Son cerca de 250 los jóvenes que pertenecen al programa en la ciudad con cuatro personas en Barranquilla, entre ellos dos bailarines profesionales y una psicóloga. 'Tenemos clases dos veces por semana de dos horas cada una, además de talleres para padres'.