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La cara amable que con paciencia y educación atiende las peticiones de sus comensales es honrada hoy en el Día Nacional del Mesero.

El 4 de octubre de cada año se celebra en Colombia la loable labor de estos trabajadores incansables que, con su simpatía y vocación de servicio, son el puente entre los clientes y los establecimientos.

El pasado 2 de octubre, la unión independiente de cocineros, meseros y barmen, celebraron con una integración en Barranquilla esta importante fecha, en la que buscaron hacerle un reconocimiento a un oficio de gran importancia para la sociedad, pero que consideran en ocasiones invisibilizado.

La reunión de este gremio –que tiene más 40 años de existencia– contó con la participación de cerca de 50 agremiados, que en medio de aires festivos resaltaron su trabajo y dedicaron un día a ser ellos los protagonistas de la velada.

Este antiguo oficio siempre simbolizó un vínculo con el cliente. En épocas de la corona, el camarero, mozo o mesero, era un empleado de mucha distinción que organizaba, disponía y dirigía la estancia para que predominara el orden y brindar una excelente atención a sus visitantes.

En la actualidad el mesero continúa siendo ese referente de la atención y el orden, con indumentaria pulcra, una sonrisa en el rostro, presto siempre a colaborar y a brindar lo mejor de sí. Estos homenajeados buscan darle al cliente la mejor de las experiencias.