La Fundación ‘Vive Bailando’ es un una iniciativa social que tiene aproximadamente cinco meses en la ciudad, en la que niños y jóvenes de 11 a 25 años de los barrios Las Nieves, Los Trupillos y barrios circundantes como Rebolo, La Chinita y La Luz, se forman como 'mejores seres humanos mientras bailan'.
El objetivo es concientizarlos y prevenirlos en temas como embarazos adolescentes, educación sexual y reproductiva, enfermedades de transmisión sexual, pandillismo, valores y aporte a la sociedad.
'Utilizamos la danza como una herramienta pedagógica para enseñar bases sicosociales que los ayuden a desarrollarse mejor en sociedad. Este es una iniciativa patrocinada por Coca- Cola Femsa', comenta Alex Durán, coordinador del proyecto en Barranquilla.
El 22 de abril se hizo un sorteo, tras una convocatoria en colegios y parques del sector para invitar a los niños y jóvenes a participar, en el que se eligieron 150 participantes.
Carolina Mejía, la profesional social del proyecto en Barranquilla, indica que 'estamos trabajando cuatro módulos que son: desarrollo personal, cuidado del cuerpo, principios y valores y liderazgo, todo dentro de las clases de baile'.
Las clases se dividen en dos partes: en la primera aprenden las coreografías, con la ayuda de los profesores Sony Gutiérrez y Stevenson Cuarto, y en la segunda se habla de la teoría y la sicorientación.
'Hacen bailes e inventan canciones. Ellos vienen dos horas, dos veces a la semana, a practicar en contra jornada escolar para que no interfiera con el colegio. Están divididos por grupos de colores azul, amarillo, naranja y fucsia'.
Gutiérrez, uno de los dos coreógrafos, oriundo de Cartagena, explica que durante las jornadas, los jóvenes aprenden a bailar salsa, merengue, bachata, reguetón y contemporáneo.
Dary Luz Giraldo, de 14 años, es una de las jóvenes que pertenece al proyecto y cuenta que lo que más le gusta es que aprende otras cosas además de la danza. 'A mí lo que más me gusta en la vida es bailar, pero ir a practicar me gusta porque me aporta muchas cosas a nivel personal. Aprendemos liderazgo y motivación. Nos ayudan a tener un autoestima alto'.
Entre tanto, a Jimmy Durán le gusta todo de este espacio. 'Más de lo que la fundación nos enseña, ellos son para mí una familia y eso es muy importante'.
John Rodríguez destaca el rato divertido que pasa con sus compañeros y lo que ha aprendido sobre la humildad. 'Independientemente del estrato en el que estés siempre se debe ser buena persona. Debemos ayudar a los que lo necesitan para ser cada día mejores'.
Los más pequeños de ‘Vive Bailando’ en Barranquilla son Robín y Óscar Flórez, unos gemelos de 12 años que participan activamente de los talleres. 'Los profesores son muy buenos con nosotros y nos enseñan que no debemos ser egoístas, que somos una familia. Nos gustan las coreografías y cuando los profesores juegan con nosotros. Nos motivan mucho'.