Compartir:

Su vida era el Carnaval, y así fue su último adiós. A Humberto Pernett Montaño el millo, la alegría y la danza lo acompañaron hasta su tumba.

'El Cipote Garabato ha venido a saludar a su hijo Humberto Pernett', se escuchaba a la salida de la sala de velación 7 de Jardines de la Eternidad la tarde de ayer.

El negro predominaba, no únicamente por las personas que estaban de luto, era en su mayoría por los trajes de las bailarinas de garabato, que acompañadas de unas flores en sus cabezas y sus compañeros de baile, le hicieron una calle de honor a su gran caporal.

Las caras estaban pintadas de blanco y rojo como si de un desfile carnavalero se tratara. Aunque debajo de aquél maquillaje hubieran corrido lágrimas, el de ayer era un momento para despedir con alegría a quien comandó el Cipote Garabato por muchos años.

'Hoy perdimos a Pernett… Yo no sé por qué será', se escuchaba en el desfile alrededor del féretro cargado por seis bailarines sobre el cual reposaba una bandera de su eterno amor, su danza, su pasión.

Dentro de aquél ataúd iba otro bailarín más. Pintado y con su traje, su familia decidió despedirlo haciéndole homenaje a lo que año tras año lo llenaba de alegría: el garabato.

A ritmo de Te olvidé y con los garabatos mirando al cielo y en su extremo una cinta negra en señal de luto, la voz de Humberto Pernett hijo, resonaba en los jardines.

'Mi papá era un avatar de la felicidad y alegría. Un maestro de la bacanería y el amor. Era más mamá que papá por la forma en la que nos trataba a todos', recuerda su hijo Humberto.

'El Cipote Garabato despide a su caporal, el Cipote Garabato… despide a su caporal', danzantes de todas las edades acompañaron su recorrido, no escatimaron energías para desfilar bajo el sol, no por un Congo de Oro, como los 25 que se ganaron bajo la dirección de Humberto, sino para rendirle el mejor homenaje posible.

'Lo más importante es el legado que deja, como músico, como danza, sus palabras. Se nos va un ser inmenso, un ser muy grande', dijo Humberto con voz entrecortada.