Cuando se transmitía por la televisión la mítica pelea de Gokú con Freezer, en la que el guerrero alcanzó su máximo poder convirtiéndose en el legendario supersaiyayín, Óscar San Juan recuerda que regresaba corriendo del colegio solo para ver los episodios Dragon Ball, serie que como el mismo lo define 'marcó su infancia en dos'.
'En ese tiempo no existía el internet, vivíamos nuestra infancia a plenitud y crecimos con esos anime, sufriendo y divirtiéndonos con cada episodio. Las aventuras de Las Esferas del Dragón, Saint Seiya, Captain Tsubasa, por eso los volvería a ver después de tantos años, por la nostalgia que evocan', expresó San Juan.
La demanda de los fanáticos melancólicos llevó a las compañías productoras de dibujos japoneses a sacar continuaciones, episodios y hasta remakes de algunas de estas famosas historias de las décadas de los 80 y 90, como lo son Dragon Ball, Súper Campeones, Caballeros del Zodiaco y Sailor Moon.
La palabra anime en japonés es una adaptación del termino animación y representa a las series animadas, mientras que el término japonés manga hace referencia a los cómics. Tanto el anime como el manga tienen que ver con los dibujos japoneses; sin embargo, los anime por lo general están basados en un manga, es decir, en una historieta japonesa.
Las personas con aficiones apasionadas por el anime y manga se les conoce popularmente en Japón como otaku, palabra que se utiliza para designar a los amantes de las historietas y dibujos animados japoneses, que se ha extendido formando comunidades alrededor del mundo.
Barranquilla no es ajena a la fiebre que despierta el anime en diferentes latitudes. Tanto, que el grupo de Facebook Otakus Barranquilla casi alcanza los 4.000 miembros, la mayoría a la expectativa de los revolucionarios contenidos que se avecinan, y que algunos de ellos ya se encuentran circulando en internet.
El administrador del grupo de Facebook, Camilo Blanco Jara, dice que aunque algunas personas están felices de ver nuevas peleas en las sagas, otras no están muy contentas porque, según afirma, el público del anime es muy crítico. 'Muchos están inconformes porque dicen que las series debieron quedarse como estaban y no hacer historias malas para exprimirles más dinero', puntualizó.
Por su parte Samir Agudelo, miembro de la misma comunidad, señaló que la noticia de que algunos de los anime más importantes de la historia vuelven a cobrar vida 'la reciben con ansias y emoción', debido a que la mayoría de los fanáticos que incursionaron en ese gigantesco mundo del manga y anime por esas inolvidadables series noventeras que mueven fibras y logran revivir las viejas emociones de la niñez.
Laura Chan, propietaria de la tienda barranquillera de anime Taiyou Animestore, explica que estos son espacios propicios para que los espectadores puedan debatir con otras personas que compartan sus mismas aficiones. 'Son espacios de discusión en los que se comparten opiniones y gustos. Estas personas tienen preferencias particulares y en los grupos se les facilita la socialización', manifestó Laura.
Otros fanáticos, como Jairo Galvis, opinan que estos lanzamientos se hacen en una época propicia para satisfacer a los viejos seguidores y enamorar las nuevas generaciones, que en aquel entonces eran demasiado jóvenes para conocer las aventuras que marcaron un hito en la televisión de su momento.
Ricardo Artúz dice que siente un anclaje cada vez que alguien menciona la palabra ‘zodiaco’ porque de inmediato se le viene a la mente la frase: 'Dame tu fuerza pegaso', que lo transporta de frente a su televisor en sintonía con la serie Saint Seiya.
'En 1992 sufría por Seiya, por Saori, que siempre la querían matar y por las muñequeras que les daban a los Caballeros del Zodiaco', cuenta entre risas este seguidor que hoy tiene 31 años, y confiesa estar satisfecho por la noticia del remake de la serie que anunció la plataforma de videos en streaming Netflix.
Por lo pronto, seguidores del manga de Akira Toriyama, como Óscar San Juan, continuarán reviviendo con cada episodio de Dragon Ball Súper esa feliz niñez en la que, como el mismo lo dice, 'no tenía que preocuparse por nada diferente a sacar buenas notas'.