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'El vino produce una conexión sensorial muy particular', expresó Juan Manuel Bermúdez, de 26 años, mientras sostenía en su mano una copa de vino Rioja Bordón Crianza, junto a un grupo de amigos que entre risas y anécdotas departía en Expovinos 2017, feria que se llevó a cabo en Bogotá del 2 al 5 de agosto.

La búsqueda de nuevas experiencias es una de las características de la generación de los millennials, personas nacidas entre 1980 y el año 2000. 'Nos gusta probar y experimentar. El mundo del vino es inmenso y da mucha curiosidad, intentamos informarnos, aprender y recrearnos alrededor de una buena botella de vino', señaló Manuela Baena de 28 años.

‘Los millennials y su comportamiento en el consumo’, hizo parte de una de las 60 charlas que se realizó en el marco de la feria de vinos más importante de Colombia, Expovinos, que con una extensión de 20.000 m² recibió a cerca de 40.000 visitantes durante los tres días.

'Independiente de la cantidad de vino que consuman en la actualidad, ellos son el futuro, van a determinar el camino, la supervivencia de la marca en cualquier tipo de producto', puntualizó Germán Sánchez, representante de la bodega argentina Estancia Mendoza, quien dictó la charla basándose en el más reciente estudio del Wine Market Council de los Estados Unidos, que afirma que, con el 42% de las ventas, los millennials se convirtieron en el segmento poblacional que más vino consume en ese país.

En 2015, solo en Estados Unidos, los milennials bebieron 159 millones de cajas de vino, y toman cerca de tres copas por persona. Mel Dick, vicepresidente del distribuidor de vino Southern Wine and Spirits of America, manifiestó que son 'el principal público a satisfacer'. Sin embargo, Sánchez expresa que el fenómeno aún no es global. El panorama en países como Argentina muestra que las personas de más edad siguen siendo los mayores consumidores. 'El segmento muestra que de 18 a 25 años, 4 de cada 10 personas toman vino; entre los 26 y los 49 años, 5 de cada 10, y entre los mayores de 50 años 6 de cada 10. A medida que se incrementa la edad, la población consume más vino', explicó.

Expertos, como el enólogo argentino Mario Puchulú, sostienen que los nuevos consumidores por lo general prefieren vinos jóvenes, blancos o rosados porque tienen menos paso por la madera.

La industria vinícola decidió poner sus ojos sobre este mercado que, aunque incipiente en algunos países, crece a pasos agigantados en el mundo. A partir de esto, se desprende la masificación de los vinos rosados, impulsados por el consumo de este grupo. 'El rosado ha ido tomando mucha fuerza' sostiene Sánchez, 'es un vino muy liviano, no solo en cuanto a color, sino también en graduación alcohólica, en taninos en boca, pero muy aromático en nariz', y añadió que, 'las bodegas, tanto en América como en Europa han comenzado a producir nuevas variedades de vinos rosados debido a la creciente demanda'.

Una de las estrategias que busca simplificar y hacer sencillo el consumo del vino. 'El vino no tiene que ver con la academia, por lo tanto no debe intentar explicarse demasiado porque pierde su esencia que es la experiencia', dijo Luca Alves, portavoz de Vino Chianti, uno de los consorcios vinícolas más importantes de Italia.

Según Sánchez, la industria debe desarrollar medidas para evitar que los consumidores encuentren complejidades que les impidan descorchar una botella de vino con amigos. 'Este es un trabajo que debe desarrollar la industria, explicar que no se requiere tanto conocimiento para consumir el producto', aunque aclara que la complejidad existe. 'Su sabor depende de factores como el año en que se cosecha la uva, el conocimiento del enólogo, el terreno, etc. Pero el poder del consumidor es probar y elegir el que más le guste, después aprender, y luego se volverá una pasión', agregó.

En Colombia, de acuerdo a datos recopilados por el Grupo Éxito, este grupo poblacional consume el 29% del vino que se vende en el país. Todavía ganan la partida los adultos de la generación X, quienes representan el 42% de este mercado. Sin embargo, se evidencia un crecimiento en el segmento cada vez mayor.

La cosmopólita generación del internet, amante de descubrir nuevas culturas, sensaciones y emociones, consume esta bebida por lo general en sitios públicos y restaurantes, reafirmando la idea de que el vino no es solo una bebida alcohólica, o una práctica gastronómica, sino un referente sociocultural, que enseña que el licor de producción agrícola resultado de la maceración de la vid, es un sinónimo de compartir.