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Inmensas estatuas de superhéroes talladas en metal llaman la atención en algunos templos budistas de Tailandia que apuestan por la modernidad para sobresalir.

El Wat Ta Kien, a una hora de Bangkok, ha añadido estatuas de Transformers y uno de los dioses, Garuda, sostiene un teléfono móvil en la mano.

'El templo compró cinco estatuas de los Transformers y las instaló delante de él para que los niños puedan jugar y los adultos puedan sacarse fotos', explica a la AFP Pra Vichien, uno de los responsables religiosos del edificio.

A él esta mezcla no le molesta, pero en el país se han alzado voces contra lo que consideran una concepción mercantilista del budismo provocada por una sociedad de consumo, con monjes más preocupados por obtener donativos que por meditar.

Las estatuas de los Transformers proceden del taller de un artista tailandés, Pairoj Thanomwong, conocido en el extranjero por sus obras de metal.

Sus obras de superhéroes pueden verse en otros templos de Tailandia, sobre todo en la provincia de Ayutthaya (centro), y hasta 'en un centro de meditación de la provincia de Chiang Rai' (norte), explica.

El artista, de confesión budista, defiende la presencia de creaciones profanas porque 'las colocan delante de los templos para atraer a los niños', explica. Durante su niñez él coleccionaba figuras de superhéroes de tebeo, desde Hulk al Hombre Araña.

A sus 43 años, el artista dirige un equipo de soldadores que realizan estatuas, algunas de ellas de varios metros de alto. No quiere revelar el precio.

En su taller, situado en la provincia de Ang Thong, a un centenar de kilómetros de Bangkok, casi el 90% del metal es reciclado.

Muchas de sus obras parten al extranjero, en particular a Alemania y Polonia. En Asia exporta sobre todo a Taiwán, Corea del Sur y Japón.